Básico y cercano al centro

Hotel situado en la zona noreste del centro histórico y a unos 12 minutos del reloj andando. Situado cerca del rio Moldava, en un edificio antiguo.
Pequeño hall y personal de recepción amable; un ascensor no funcionan los pisos impares y siguió sin funcionar los tres dias.
Las habitaciones de tamaño medio y variable de unas a otras, con baño amplio, con una bañera que hay que entrar casi con pértiga. Pocos amenities. Griferia antigua y en las habitaciones altas no es fácil mantener la temperatura del agua caliente. No hay bidet ni ducha. Moqueta en la habitación.

Cama grande, cómoda con clásico nórdico. Mesa de trabajo aceptable. Tele colocada de forma poco práctica. Armario muy correcto y opción de café en la habitacioin. Wiffi libre en todo el hotel.
Limpieza regular con muchos olvidos de recoger restos (sobe champú, pañuelos, etc..) o vaciar papelera.

Desayuno con calidad básica, variedad suficiente y eficaz servicio.