Calistoga Ranch en Calistoga
Hotel Calistoga Ranch
País:
Estados Unidos
Localidad:
Calistoga
Cód. Postal:
Nº habitaciones:
40
Precio desde:
850,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
No
Nota de cata PRECIO MEDIO:
850 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
9.6
Nota de cata SERVICIO AL CLIENTE
10.0
Nota de cata HABITACIÓN
10.0
Nota de cata INSTALACIONES
10.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de Calistoga Ranch
OPINIONES
1

Viajar mola, y si te gusta el vino el aliciente es aún mayor. Los paisajes de ciertas regiones como Toscana, Oporto, Burdeos o La Rioja no serían igual de bonitos sin viñedos. Y Napa es el mejor ejemplo. El ancho valle que se extiende a lo largo de 50 Km. es fértil, las montañas de ambos lados no son excesivamente altas y es rodeado por dos carreteras paralelas que conectan la ciudad con Calistoga. Debido a que el dinero fluye desaforadamente (si California fuese un país, hablaríamos de la décima potencia económica del mundo) y que esta zona es un capricho para los americanos más ricos, el estado de conservación de las bodegas y de los núcleos urbanos es único. Montelena es neogótico, Viader es moderno y minimalista, Stony Hill es desastrado y su edificación recuerda a una de las escenas finales de "Con la Muerte en los Talones", todo parece distinto pero al mismo tiempo guarda personalidad y buen gusto.

El hotel ha sido uno de los dos mejores en los que he estado en mi vida. Tres noches perfectas. Encontrarlo no es fácil, casi no existen indicaciones, y si vas despistado te puedes saltar la entrada una y otra vez. Nada más atravesar la valla, subes por un empinado jardín salvaje donde todo crece a su aire y llegas a la recepción: amplia, luminosa, diáfana y en madera. Los maleteros y el personal del lobby nos ayudan con el equipaje, realizamos el check in mientras bebemos una estupenda chardonnay que elaboran allí mismo, aparcan nuestra furgoneta y como no es glamourosa, nos ofrecen, de manera gratuita, un GL 500 cortesía de Mercedes Benz para movernos por la zona durante toda nuestra estancia.

Las habitaciones son estructuras elevadas, también de madera y cristal que sostienen dos cabañas cúbicas dispuestas en "L". El espacio central lo ocupa un porche-mirador con chimenea y barbacoa. La primera construcción alberga el dormitorio propiamente dicho, no excesivamente amplio, con buena cama King Size, dos mesillas y TV de plasma. Atravesando un pequeño pasillo llegamos al inmenso cuarto de baño con tres lavabos y bañera central de hidromasaje. Al fondo, una espléndida terraza con ducha para disfrutar del paisaje sin que nadie te vea.
El segundo dado lo conforma un salón con tresillo, mesa central, otra TV, cocina, cuarto de armarios y cuarto de baño. Ipad y canal cine en ambas estancias. Agua, café, zumos, refrescos, dos botellas, una de tinto y otra de blanco de 50cl., bollería, snacks y fruta incluidos y repuestos diariamente. El estilo lo podríamos definir de rústico-geométrico-refinado. Nos explican que el recinto aspira a ser medioambientalmente sostenible; reciclan agua, tienen huerto, animales, hacen vino y riegan de un lago artificial diseñado para recoger las gotas de lluvia. Los paseos están plagados de pequeños reptiles y anfibios y algún ciervo. Cada arbol, matorral, planta o flor lleva su nombre.

La piscina es una maravilla, cuadrada, simétrica y con unas vistas espectaculares.

El personal es atento, solícito y nos facilita la tarea. Si no queremos sufrir con las cuestas, cualquier jardinero, botones o planchadora se ofrece a llevarte en coche de golf.

La cena del segundo día la hicimos en el restaurante. Elegimos el menú degustación. Buena materia prima, elaboraciones modernas no del todo satisfactorias, gran carta de vinos, servicio cualificado y precios muy altos. Si están por la zona, lo más auténtico y lo que merece realmente la pena es visitar algún wine bar local. La oferta gastronómica es sabrosa y de temporada, la lista de botellas interminable (con agradables sorpresas y añadas maduras) y sin que tengamos que dejarnos un riñón en el intento.

En definitiva, un hotel fascinante en una de las más bellas regiones que haya visitado jamás. Un privilegio que mezcla naturaleza, comodidad, sostenibilidad y avances tecnológicos.

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