Una grata sorpresa, reservamos un par de días antes para hacer sólo una noche en Cagliari y... ¡aaaaaaacierto!

Ubicado en un edificio con solera que se encuentra en la deliciosa calle que baja de la zona del Castello al puerto. Está al inicio de la bajada, por lo que las vistas al puerto son realmente espectaculares.

Nos dieron una habitación cuádruple que en realidad era una suite con un panel separador en medio abierto por ambos lados que tenía una tv plana empotrada en cada cara del mismo.

A un lado una zona de dormitorio con cama king size y cuarto vestidor, y al otro lo que debía ser un salón adaptado para la función de cuádruple con dos camas, y un baño enorme, con jacuzzi y ducha con cabina de hidromasaje.

Moderna, funcional, elegante, enorme, luminosa.... lo tiene todo esa habitación.

Las zonas comunes guardaban el estilo aunque con menos amplitud que la que se respiraba en la habitación. Una terracita, un hall de dimensiones medias como digo, una cafetería y zona de desayuno.

El desayuno, normalito.

Dispone de garaje en la finca contigua, incluido en el precio.