Recuerdo que uno de mis mejores amigos celebró su boda en este hotel. Hace unos 20 años, un poquito más quizás.
Por entonces era lo más de lo más. Lo último: cool, lujoso, tecnología punta...
Y hoy sin embargo se respira cierto aire de clasicismo, por mucho que sea imposible que sea clásico con ese hall americano -decir amplio es poco- ese salón que queda bajo el hall pero se ve desde él, con esas escaleras mecánicas, el gran piano central, los ascensores panorámicos...
La habitación sin embrago, espaciosa, bien dotada y equipada (completo cuadro de mandos en cada lado de la cama) queda un poco rancia, con detalles dorados, colores pastelillos... ¡Y cortinilla joseruiz en la ducha!
Parking en el mismo hotel, ubicación semicéntrica, Caminio de las Torres con Cesáreo Alierta.
Muy buen precio el que ofertaban: 63€ + 19€ de parking.
Bueno, un buen hotel, ya no deslumbra... pero es un gran 4 estrellas.