Venga, me lanzo
Me gusta el camarero atento pero no empalagoso, el que conoce la carta a la perfección, si es sumiller con que conozca la de vino me parece correcto. Me gusta que sepan recomendar los platos imprescindibles, si se visita por primera vez el local, y el que recuerda al cliente habitual y trata de sorprenderle en cada visita (aunque no lo consiga, para mí el esfuerzo es suficiente).
Yo también obvio el aspecto higiénico por ser tan básico como el saber hablar.
Hechos concretos, me gusta
- que exista una buena recepción, sin grandes pompas ni saludos efusivos, simplemente que no tenga que entrar hasta la cocina para ver si sale alguien
- cuando preguntas por un plato y el camarero sabe cómo se elabora, la guarnición y la presentación.
- que se recomiende solo cuándo se pregunta
- que me sirvan el agua. El vino prefiero tenerlo a mano, más que nada porque en pocos sitios consiguen satisfacer la demanda del comensal y a un ritmo adecuado
- no notar al camarero cuando ya se ha empezado a comer. Creo que ahí estriba la verdadera profesionalidad de éste, ayudar y auxiliar al comensal cuando lo requiere y dejarle disfrutar de la comida cuando no
- que el camarero se gane el protagonismo, no que se apropie de él. Hay camareros o sumilleres con los que estarías hablando durante horas, pero lo ha decidir el comensal, nunca puede ser imposición del camarero, por muy bueno que sea, narices de oro o tabiques de platino que coleccione
- que se cambien los platos y cubiertos con cada plato
- que se envinen las copas, pero nunca lo exigiría, me parece un detalle que debe salir del restaurante y además le da prestigio
- que el trato sea igual en todas las mesas
- la cordialidad más que la simpatía
- que el pan no llegue a los postres. No hay cosa que más
odie que cuando el pan se queda sobre la mesa y llegan los postres, o incluso el café
- que el camarero pueda dar explicación si se requiere. Yo no creo que el cliente siempre tenga la razón, pero creo que siempre se merece una explicación
- no oír conversaciones entre camareros, a no ser las estrictamente profesionales. Creo que hay otros momentos y espacios para contarse cosas personales
Me encanta eso de saber que me puedo sentar a cenar y dejarme hacer. "Trae lo que quieras, menos pollo" (lo siento, manías personales pero no puedo con este bicho)