La HOSPITALIDAD del Priorat

Jueves 22-08-02, como ya es habitual anualmente, salimos en dirección a la comarca del Priorat mi padre (80 Anitos) y yo mismo.
Nuestra primera parada en la cooperativa de Falset, donde adquirimos algunos de sus productos.
Luego partimos con dirección Capçanes para acabar en la cooperativa de Guiamets, esta es una cooperativa que estando acogida a la nueva DO Montsant, va a dar que hablar en los proximos anos. El encargado nos muestra muy amablemente las instalaciones, donde los ancianos "trulls" se hanb reemplazado por una bateria de barricas nuevas.De aquí nos vamos a la Figuera, y es aquí donde empieza nuestro calvario particular: llegamos a las 14:30, y nos dirigimos al restaurante bajando las escaleras, entramos y yo observo que habiendo 3 o 4 mesas libres no habrá problema para comer...graso error el mío. El encargado nos viene a ver y con una sonrisa de oreja a oreja nos pregunta si hemos reservado mesa (evidentemente no lo habíamos hecho, ya que no teníamos claro donde estaríamos) y que sintiéndolo mucho no puede ser (eso sí sin dejar esa sonrisa inmensa de oreja a oreja).
Bueno pienso yo, tampoco es tan grave, nos vamos hasta Gratallops y a ver que pasa. Pues sí, sobre las 15:00 llegamos al restaurante Pirón donde mi padre entra a pedir mesa (yo esperando en el coche), al poco vuelve mi padre diciéndo que está lleno y que la cocina ya está cerrada (??a las 15:00??). De aquí bajamos al resturante la Fonda, allí sí que nos darán de comida pensamos los dos...Entramos bien decididos y preguntamos al camarero si tiene una mesa para 2, este sin mirarnos tan solo a la cara nos responde negativamente y se larga sin más a la cocina. Le preguntamos a otra camarera y obtenemos la misma reacción...En fin mi padre ya lo empieza a ver claro: hoy toca ayunas!!, yo en cambio soy más tozudo y le digo, venga volvemos al pueblo y nos vamos a la Font. Llegamos allí, bajo rápidamente del coche entro y pido a la senora una mesa, ella me responde con la frase típica: no que la cocina ya está cerrada!!Pues nada agua y ajo.
Vuelvo al coche, y finalmente decidimos ir al Molar, allí nos tomamos unas tapitas en el bar de la piscina municipal acompanado de un excelente caldo de la cooperativa (Bueno y yo que al salir pensaba, hoy sí, vamos a comer bien y beber mejor...).
En fin y gracias a dios tenía una cita con Dominic en Porrera, donde su fantástica acogida (y la de Paco también) nos hicieron olvidar las penurias pasadas.

Quiero desde aquí lanzar mis mejores agradecimientos a todos los prioratinos por la gran hospitalidad con que nos dispensaron!.

Abur,

Ricard