Yo coincido con tu apreciación de Chirel. Y me da la sensación de que lo mejor

Yo coincido con tu apreciación de Chirel. Y me da la sensación de que lo mejor de esas añadas está por venir. Hay que echarle más paciencia al tema de la guarda. Yo tengo una botella del 95 guardada como oro en paño.

En cuanto al tema Ribera, en fin, como natural de Pucela, espero que escampe la general confusión. Me gustaría, eso sí, que alguno de la primera generación de los vinos ribereños (finales 80s principios 90s) retome la senda de la calidad. Yo, de momento, me quedo con muy poco y encima con interrogaciones: el Pago de Carraovejas me parece que se perfila bien, y voto también por Pedrosa (a pesar de irregularidades y de la sensación de que cuidan bastante más el Perez Pascuas que el vino básico) Hacienda Monasterio. Yo no se hasta qué punto Emilio Moro no está sacrificando los vinos básicos en función de los especiales. Me parece una verdadera pena lo de Valsotillo: el reserva 89 era un vino soberbio, pero mira luego. Y lo de Valtravieso y Teófilo, después de alguna decepción posterior al boom del 94 les perdí la pista. Espero que los que vienen detrás y arreando fuerte aprendan la dura lección. No se puede construir sobre arena.