La industria del Beaujolais Nouveau y de los plátanos. Patético.
O cómo aprovecharse de la falta de información de la gente. No digo que todas las botellas sean malas, digo que el que sale al mercado rara vez te convence. Tacto áspero, bouquet estrecho, y además ese supuesto sabor a plátano, invasor, que el neófito descubre con júbilo... y resulta que en realidad es el sabor de las levaduras del Instituto Pasteur. Vinos muchas veces mediocres, además de caros, cabezones y peleones. Un insulto a su denominación de origen, que tiene una fama execrable por culpa de esos... matarratas.