Picota intenso y oscuro, ribete amoratado, nariz golosa y especiada, de intensidad media- alta, un poco leve la madera, por no decir descompensada, boca aterciopelada, lleno, con peso, postgusto largo y, quizás licoroso, recuerdos de vainilla.
es...como Valdepeñas..disTINTO...

Color cereza negruzco,con intensas tonalidades moradas en el menisco.En nariz,nos muestra unos intensos aromas de fruta roja muy madura(moras y frambuesas) y una abuandante cremosidad,derivada de la crianza en roble(vainilla y canela).En boca se muestra muy potente con una carga de fruta muy importante,falto de acidez y de nuevo más roble.....
El final de boca es largo ,con recuerdos de mermelada de fruta roja.Quizás, habria que darle tiempo al vino(está magro aún),pero tanta extracción de materia colorante y una baja acidez,mi ipinión es,que este vino es puro "chapapote".Sobre los 18 euros.

Ahora con más tiempo, lo percibo igual que la vez anterior que lo caté. Está sabroso, pero es muy flashy y tiene de argentino lo que yo tengo de astrofísico nuclear. Es simplemente un vino que un francés hizo en suelo argentino. Pero no me malinterprete nadie: el vino es bueno, pero sin nada que se parezca a un ánima.

En la etiqueta se lee: "Clos de los Siete, by Michel Rolland". Aunque lo catamos muy rápido, este es el tipo de vino que ha hecho a Rolland inmensamente popular o terriblemente odiado. Púrpura muy tintado y glicérico. La nariz trae una ola tremenda de fruta negra, muy malbec, moka, roble tostado, algo de especias pero la impresión general es de sobre-extracción. La boca es de buen peso, amplia pero no profunda, buena frutosidad y una dosis decente de roble dulzón; pero el conjunto es de estructura algo débil en ácidez y el balance entre alcohol, tanino y fruta está muy cargado a ésta última. Me hizo pensar en una versión descafeínada de la obra maestra de Rolland en Chile, el Clos Apalta. 24CHF, unos 16 euros.