Dorado intenso limpio y brillante.
En nariz se muestra medianamente intenso destacando las notas maduras de membrillo o manzana asada. Encontramos también toques de frutos secos sobre todo avellanas y algo de miel. Todo ello siempre manteniendo el carácter mineral que esperas de estos vinos. Se expresa siempre con franqueza.
En boca resulta un vino graso, poderoso y personal. De gran amplitud y cierta corpulencia, pero siempre compensada por una buena acidez. El final es de fruta amarga y deja un posgusto salino y mineral. Persistente. Se nota un pelín el alcohol en el final. Un blanco de gran carácter y ligeramente maduro. Buenas perspectivas de evolución.
Un excelente vino básico de un elaborador que trabaja bajo los postulados de la biodinámica más radical. Vino tremendamente personal y diferente que no gustará a todo el mundo pero que tiene el marchamo de lo auténtico. Precio 12 euros, excelente RCP norma de la casa.

Amarillo dorado.

Mucho color para un vino tan joven lo que indica, seguramente, sobremaduración.

Extremo que confirmamos posteriormente en nariz y boca.

El vino en principio está completamente cerrado, percibiéndose en el fondo aromas de pera.

Poco a poco y con aire y temperatura van yéndose los tufos y apareciendo más nítidamente los aromas de pera, algo de manzana asada, miel y un fondo de minerales.

En boca es un vino potente, con buena acidez y buen gusto frutal, aunque para mi gusto demasiado sobremaduro. Es un buen vino con buena RCP pero creo que este año recogieron las uva más tarde y el vino es demasiado maduro para mi gusto.