A la vista se muestra color oro viejo, con leve turbidez y una espuma blanca de aspecto cremoso. Llama la atención su vivacidad manifiesta.
En nariz se nota el cereal con un puntito ácido que recuerda a las típicas Weissbier aunque veo en la etiqueta que no lleva trigo. Sobre un fondo de licor aprecio frutos secos, una sensación de madera vieja que no sé definir mejor y también notas acarameladas.
En boca aparece con cuerpo medio, cremosa, sedosa y con su punto licoroso de entrada que deja paso a unos amargos potentes y con personalidad. Carbónico muy bien integrado y persistencia prolongada.
Botella de 75 cl. en vidrio marrón con etiqueta al más auténtico estilo La Trappe.
Adquirida en Hipermercado por 4 €.
Las Trappe nunca fallan! Una nueva versión diferente pero autentica.
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