Casi dos años después volvemos sobre esta rica Porter artesanal con esa peculiaridad que son los pétalos de rosa como ingrediente. Sacamos la botella de la nevera y servimos a 8.5°C para su valoración.
VISUAL: Precioso color caoba oscuro, casi negro, con la espuma en tonos café con leche, de burbuja mediana y poco persistente (92).
OLFATIVA: En nariz asoman aromas de achicoria y algarrobas. También se aprecian notas de caramelo tofee, cacao en polvo así como notas de uvas pasas y cereales malteados. De nuevo apreciamos un curioso y sutil recuerdo a rosas secas. De intensidad media y exquisito en complejidad (92).
GUSTATIVA: En boca impone respeto, ataque poderoso, muy amarga y de gran amplitud. Paso por boca lácteo, con el carbónico muy integrado y con el alcohol notorio. En retronasal hay apuntes de achicoria marcados que dan paso a un post-gusto profundamente malteado, largo, que nos da una persistencia de dos minutos y 5 segundos. De nuevo nos ha encantado, cerveza con mucho carácter aunque vuelvo a insistir que le falta un poquito más de cuerpo (91).
La RCP la mantenemos en buena.
MARIDAJE: En esta ocasión nos la tomamos con una pizza Fabiano´s (del italiano de al lado de casa), con salami, carne picada, jamón york, peperoni, pimiento, cebolla, champiñones y doble de mozarella. Estupendo maridaje pues la pizza era contundente y requería de una cerveza sabrosota como ésta.
Salud-os!!
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