Qué buen ambiente.

Albergue rural claramente orientado al desarrollo de actividades lúdico-deportivas: rafting, piragüismo, descenso de barrancos, senderismo, tiro con arco, tirolina, puente tibetano, etc, etc...
En él se dan cita tanto familias como gente joven, todos con ganas de "aventura".
El ambiente es lo más destacado, se respira un buen rollo increíble. Los guías y el servicio, son gente muy joven con muchas ganas de marcha, simpáticos y divertidos. Parecen más animadores que guías.
En cuanto a las instalaciones, se trata de un gran edificio totalmente reformado ubicado en la entrada del casco de Venta del Moro, cuyas numerosas habitaciones son absolutamente austeras (no olvidemos que se trata de un albergue), para 6-12 personas, a base de literas, con baño en la habitación.
El comedor es tipo sidrería, con grandes mesas corridas de madera y autoservicio "apoyado". Tiene una cafetería muy cuca y un patio interior francamente agradable, con 5 ó 6 mesas grandes para grupos.
El precio que pongo corresponde a alojamiento en régimen de pensión completa en Agosto.