Color frambuesa. Tiene una nariz fresca y atractiva, con notas de frutos del bosque, toques medicamentosos, notas florales (ibiscos) y recuerdos a farmacia. En boca tiene buen ataque, acidez marcada que domina el paso por boca, cremosos, con bastante longitud y final amargoso. Quizás algo falto de botella.

Estaba claro que la evolución de los vinos biodinámicos de Federico iba a necesitar tiempo y evolución.

En estos momentos encontramos un vino de corte tinto, con acidez, frescura y mucha fruta en boca.

CATA a las 24 horas de su apertura.....

El color rosa obviamente ha ido oxidándose con el paso del tiempo, convirtiéndose en rojo, con ese recuerdo a Pinot Noir, algo teja, pero limpio y sin defectos, además de profunda intensidad.

Los aromas son de frescor balsámico, algo especiados y dulces (Moscatel Negro), con notas de fruta madura como ciruela, frambuesa y fresa en licor (kirsch), guindas de cocktail y vermouth.

En boca presenta un ataque semiseco, con acidez marcada, elevada, sabroso y con el alcohol presente y suave, dejando un paso suave en paladar, con notas de fruta roja (frambuesa, fresa), bayas, licores y un punto almendrado en retriogusto, con un final medio.

Color frambuesa.
Nariz de buena intensidad, frambuesa, fruta roja madura, marsala, flores (ibisco) y un leve punzada de laca que no llega a molestar.
En boca tiene una entrada gruesa, con la acidez algo desequilibrada en un conjunto bastante bueno, pues es cremoso y tiene un final amargoso muy rico.

Frambuesa vivo. Nariz bastante intensa y con volumen, aparecen toques de fruta madura, algo de acetona, recuerdos a fruta pasa y con un toque fresco al final. En boca tiene un ataque intenso, resulta serio en el desarrollo, con notas secantes, amargoso, con buena acidez, bastante longitud y un paos ligero pero consistente. Mi experiencia con estos vinos es que ganan con algo de botella.