De un blanc de noirs puedes pedir complejidad, estructura, carácter vinoso, profundidad… de todo, pero ¿frescura frutal impresionante? Esto tiene el Clos St Hilaire de Billecart. Ojo que el Vieilles Vignes de Bollinger va por añadas mucho más recientes, sin embargo este St Hilaire está con cero evolución, toda la complejidad de un pinot noir y una frescura inaudita, casi cítrica, en lugar de ir evolucionando va como hacia atrás, rejuveneciendo (desde la complejidad).

Grandísimo vino en todos los sentidos. Impresionante color amarillo dorado con reflejos rosados; vino denso y mineral en la caída en copa; adecuada formación de espuma; rosario de burbujas diminutas y fina corona. Aromas inicialmente a reducción; le damos unos minutos y empieza el concierto: violetas, fresas, arándanos, tiza, grafito, tostados, panadería fina, mantequilla...etc etc. En boca sedoso, ligero pero con acidez presente. Incita a beber y a beber...Final muy largo. Creo que mejorará bastante en los próximos años; demasiado fresco para mi gusto, aunque aún así, uno de los mejores champagnes que he probado. Caro, aunque teniendo en cueunta la limitada producción, la exquisita elaboración, sus extraordinarias características organolépticas y el placer que reporta, el precio puede ser relativo... Un vino muy bien hecho. Yo no lo maridaría con nada y lo guardaría unos años.