Unos cuantos años después, creo que ya no es un gran vino. Sí un buen vino y un privilegio , pero su evolución tras las catas previas , la esperaba mejor. Persiste cítrico , mineral , piedra y grafito , pero con un perfil de intensidad media y sin haber ganado mayor complejidad con el tiempo. En boca , como antes , mantiene ese tacto graso y de volumen inconfundible. Se terminó..

Buen gran vino. Oleoso en boca, con volumen, interesante en nariz y mejor en boca llena de registros y seriedad

En la linea de otras añadas y con magnífico nivel. La botella está plena, floral, frutal, muy mineral, piedra. Ese toque algo graso en boca pero matices secos no se si se los dará las otras uvas, el palomino o las otras variedades que lleva además de la Godello. Como anécdota de la noche, tras servir varias copas,...salio una araña envuelta en seda del interior de la botella, no percibimos matices arácnidos y pasadas 24 h no hemos notado transformaciones de ninguno de los asistentes...de momento.

Se va moderando en nariz, pacifica su expresión frutal que podría comenzar su declive en no mucho tiempo. Pero su paso en boca sigue deslumbrando. Seco, voluminoso, graso, envuelve y seduce. Parece un blanco para los que no les gusta el blanco

No cede en sus altos vuelos. Un gran vino, delicado y potente a la vez. Su nariz envolvente y compleja da paso a una boca que seduce y envuelve de nuevo. Graso, con volumen, distinguido.

Segunda añada que pruebo y segundo impacto. Un vino total, poderoso, potente, equilibrado y deslumbrante. Una nariz cítrica magnífica, mineral, aromática, penetrante y a la vez elegante, envolvente. En boca es sensacional, graso con volumen, amplio en su paso, se expande con suavidad y sedosidad, largo y con un final silex-piedra , único que lo complejiza y le otorga la excelencia. De lo mejor en blanco de por aquí.