Bodega Hoyos de Bandama y Gabi Morales en manos de un buen vino
La bodega sigue su curso de recuperación del conjunto arquitectónico que tiene pensado
D. Sixto Delgado de la Coba. Bien integrada en su entorno, amplia, luminosa y funcional. La sala de cubas es grande y bien equipada y la de barricas es muy adecuada.
Un dia más entre estos calores subimos a la punta del volcán de Bandama. Los viñedos estan haciendo la uva todavia. Un año muy duro este que tenemos hasta la fecha. Poca agua, excesivos calores, el enorme tormento de las brisas calientes de arenisca hacen que el campo no se luzca. Es muy triste.
En mayo probamos las diferentes muestras de barrica del vino que hoy tiene ya embotellado la Bodega Hoyos de Bandama. Permanecerá en guarda todavia 3 ó 4 meses.
El vino saldrá con el nombre de La Caldera, idoneamente escogido por el lugar donde se ubica la bodega y dando fe de esa característica que distingue a los vinos canarios: la tierra, el carácter mineral, volcánico, cálido y absoluto.
El vino es sorprendentemente delicado, con aromas que van desde el plumcake a las notas de arandamos, una fruta roja intensa y buena sensación de la barrica en nariz que resulta fina y elegante; en boca tiene la deliciosa fruta muy presente. De gran embocadura y con un buen caudal y peso que hace del vino una espectacular experiencia para disfrutar. Se bebe con placer, largo y se agradece su desarrollo en el paladar. Al rato pueden aparecer notas de un vino con carácter, notablemente maduro, es o son varios instantes, con notas de mentolados y una fina vaquetilla que le da ese gesto maduro y de gran estilo. Uno puede estar ante una idea bordelesa del vino, una conseguida integración de la uva castellana con el tenso y aromático merlot, tal vez la listán aporte esa nota de mineral, de chispa, sílex nada agresivo pero que se funde muy bien con un cabernet de confituras. Es postgusto.
El placer recrea y esto es el trabajo de Gabi Morales aquí. Un genial toque. Los buenos vinos no se improvisan, estan intimamente unidos a una tierra, su gente, el paisaje.
Viajar te da estas opciones. Ya se que no hablo ni de la Boston Tea Party ni de un viaje a través del Danubio pero acercarse a esta bodega es un buen ejercicio de contemplación, de mimo con las cosas que nos rodean.
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