Si amanece...champagne, por favor

Otro dia más los guapos detrás de sus raybans. Es bonito. Todo brilla. Es el dia de Mercedes, Marisol, Guillermina, Tuija, Pilar y Erika. Se levanta uno con los chasquidos de las burbujas en la copa y parece que te colocan una sonrisa en la cara, de lado a lado. Alguien debería pensar en el mar, mejor dicho, en el Atlántico, procurándonos algun artilugio que mostrase nuestra ofrenda a este otro mundo que es la mar, la de cerca y la de lejos.

  Es mi primer long drink de champagne. 21 botellas descorchadas. Alberto Aldave es ese profesional que bucea donde pasan las cosas y aquí estabamos pendientes de algo como este evento. Traigan lo que les guste, lo que se quieran beber. Asi que nos pusimos en marcha todos. Esta botella de tal o cual productor y aquel cuvée de esta casa o lo que sea. Maravilloso.

 El champagne no se mastica. Se inspira uno en la copa enorme que debe albergarlo y disfrutaremos de todo su esplendor. El resto, creo, es una fanfarria de flautas y fashioning crisis, paranoia tipo pachá o cualquier otra cosa, pero hay preceptos y a veces se siguen. No pasa nada. La próxima vez lo haremos así.

No ha sido una reunión beatnik aunque sonara Lee Hooker o cualquier otro tema de orilla del mar, con esas brisas de casi alisios. El vino es frontal. Se alarga.

Aunque el orden no es el que se llevó a cabo, por ejemplo, como se inició en la mañanita del domingo era con un Deutz de delicadas notas de frutas rojas y una superficie muy agradable y persistente que a través de su sensible efervescencia pone a todos a los pies de los caballos del champagne. Empieza el dia.

No hay nada para empezar como un Gatinois Grand Cru o a continuación de un Pierre Péters Grand Cru, aquel porque su nariz de cítricos y frutos secos estimule unas pocas notas de menta de este Péters o los brillantes matices de Roederer, equilibrado, de buena acidez bien integrada, bonito y complejo te abren la perspectiva Jacques Selosse con su pomelo, su armonía, el pastel fino, la rodaja bajo una suave mantequilla y crujiendo casi como el Francis Boulard Petraea un champán de excelente finura y personalidad, frutas blancas (manzana) y algo de cassis, tostados y humo hasta que llega el De Sousa & Fils Reserve una nariz que se abre rápidamente con aireación, queque humedo de frutas y en boca muestra una buena textura fina y apetitosa; la fruta de manzana verde viene con Pierre Gimonnet, un champán hermoso con frutos rojos, clásico, buena madurez y alta pureza y el Laurent-Perrier aporta otra dosis, una nota más internacional con un corte de heno y final de bollo de leche que tambien trae el Andre Clouet pero mostrando un toque de mineralidad que le da impulso con esos aromas florales, las especias orientales dulces y el acabado de fruta roja con matices, complejo como el Billecart-Salmon muy expresivo, con notas de cítricos y cacao rallado, y en boca es muy agradable, expresivo, tiene pureza y potencia.

Andre Beaufort La Cuvée Saint Jean es frutos secos y flores y tiene ese marco de buena acidez que da entrada a una compleja y larga sensación en boca, fresco, insinuante, de belleza y barroquismo y hay que repetir otro de los bellos momentos con el Larmandler-Bernier Terre de Vertus un vino completo, armado, mineral y elegante. Oh, las notas de albaricoque del Jacquesson 735 que son armonía de sabores y redondez, buen postgusto; me gustó (para repetir la nota) el siguiente que fue el Selosse, tan desparramada fruta ácida, pero sigamos con las memorias de este dia y el Pol Roger es como es, tiene su historia y su crisis, es ligero, elegante y ácido. El André Jacquart fue de los primeros, una buena nariz, con una expresión recta y directa.

Agrapart estaba en la terna con los Gimonnet y Clouet, este se derrite entre frutos secos y el Gimonnet desbordsa con su hermosura. Charles Dufour Ma Cuvée Maison era mi primer sorbo de este tipo de champán, mucho hinojo, bellísimo, entre almendra y espino y luego el Pierre Peters “Les Chétillons” 2005 que es champán champagne, réalisme pour le réalisme.

A todo esto y para que conste que beber es saludable, ayuda a estirar la vida al menos una copa más y que no hay nada que no esté bien pagado sin la presencia de un buen condumio. La faena en los fogones la desarrolló Nacho de La Solana, restorán de Tenerife. Un lujo al alcance de todos los españoles como el No-Do. Soberbia cocina.

Al personal, mi agradecimiento.

“El champagne es felicidad, no se la invente”