Receta de chilaquiles

Los chilaquiles es un plato mexicano contundente que se toma normalmente como desayuno. Pueden ser chilaquiles verdes o rojos, acompañados o no de pollo y hasta con huevos fritos.

La elaboración es sencilla, lo primero es preparar la salsa:

Para la salsa verde, en una cazuela con aceite de girasol se echa cebolla en dados o juliana, cuando esté blanda se añade chile serrano y ajo. Una vez dorado, se añade caldo de pollo y se deja reducir. Luego se tritura la salsa.

Para la salsa roja, se añade tomate a la receta anterior.

Si se van a tomar con pollo, se cuecen pechugas de pollo enteras y se "sancochan", se van deshilando a mano una vez templadas. Se añaden las tiras de pollo a la salsa.

Por último, los chilaquiles: se trocean en triángulos tortillas de trigo o de maiz y se fríen en aceite de girasol abundante y caliente, despues de escurren sobre una servilleta de papel y se añden a la salsa.

La mezcla de la salsa, la tortilla en trozos y el pollo, si lo hay, se sirve caliente y se añade en el plato crema (crème fraîche) y, si se encuentra, queso panela.

Se puede añadir unos huevos estrellados a los chilaquiles, pero con pollo y huevos son más bien un brunch... difícil comer después de un desayuno tan contundente.

El chile serrano, se añade en función de la cantidad de chilaquiles y del gusto por el picante. Con una cantidad como para dos personas, un chile serrano puede ser suficiente. Se puede sustituir por chile de árbol si se quiere muy "picoso".

Los chilaquiles, es un plato que se recomienda también mucho para una mañana de resaca, ya os imagináis que se rompe a sudar y se eliminan muchas de las toxinas acumuladas.

Se usa aceite de girasol porque el aceite de oliva aporta mucho sabor.

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