Buscando el binomio perfecto de restaurante y playa, nos hemos acercado hasta San Vicente de la Barquera a probar la nueva propuesta del Annua, su bistró.
No vamos a dar mas detalles el entorno porque ya está perfectamente definido en anterior comentario del amigo Isaac, simplemente espectacular.
Tras tomar un par de cañas y un mosto en la magnifica terraza, hemos pasado a la mesa que comparte espacio con la misma.
Las mesas son de madera, un tanto pequeñas y bastante juntas una de otras, manteles de tipo cuero que llegan a molestar, ya que con el calor te quedas literalmente pegado a ellos, vajilla y cubertería de calidad y cristalería correcta aunque bastante mejorable.
Hemos optado por el menú degustación a 30€:
- Verdura en tempura, bastoncitos de pimiento, zanahoria, esparragos trigueros y brócoli, aldentes por dentro y con un punto crocante por fuera perfecto, se acompañaba de salsa de soja.
- Pulpo a la brasa con allioli de tinta de calamar, cenizas y palos, un buen trozo de pulpo pasado por la plancha al que le va muy bien la salsa y el contrapunto crujiente de los palitos.
- Arroz con pato, allioli de frambuesa y su piel crujiente, arroz aldente, quizás un pelin pasado de sal, donde el allioli de frambuesa y los trozos de piel crujiente le dan un punto especial.
- Mini hamburguesa de buey, pan de sésamo y chips de verduras, rica y jugosa y muy vistosos y coloridos los chips de verduras.
- Rocas de chocolate aireado con crema de toffe y helado de coco, un muy buen postre para golosos, fresco y con las rocas de chocolate aportando textura.
En cuanto al vino, disponen de una carta no muy extensa, con alguna referencia interesante, pero con precios muy elevados x2 o x2,5 con respecto a tienda, en este caso elegimos un Bolo 2012 de Rafael Palacios a 20 eurazos, servicio de descorche, prueba y cubitera.
El servicio también lo he visto un tanto perdido e inexperto, al llegar nos han preguntado hasta tres veces si estábamos atendidos, dependiendo del camarero te explicaban el plato o no y en la factura nos habían metido alguna cosa que no habíamos pedido.
Otro factor a tener en cuenta en la factura final son los extras, por ejemplo la botella de agua a 3,55€, las dos cañas y el mosto 9,50€ y unas croquetas y un helado de chocolate para la cría 15€, con lo cual el precio se dispara considerablemente.
Terminamos la velada con un par de cafés y a pasar la tarde en la playa.
Pues un sitio donde comer bien en un entorno espectacular.
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