Curiosa la definición de economia más holgada.
Últimamente veo mucho el cochinillo en las cartas.
Tenia una tremenda curiosidad por este local, después de leer el comentario de Oscar y teniendo muy claro que su experiencia era algo total y absolutamente distinto y que nada iba a tener que ver con la nuestra.
El local está situado bajo uno de los símbolos más representativos de Bizkaia, el Puente Colgante de Portugalete pero en la otra orilla, en la orilla de una economía "más holgada".
El local tiene un toque moderno, sin grandes complicaciones a la hora de la decoración, bonito. Las mesas con manteles individuales de papel y muy correctas de tamaño y correcta su separación.
El servicio joven, serio, correcto, sin entrar en confianzas.
Tienen una carta no muy extensa con algunos platos que suenan bien, varios de ellos un tanto novedosos. No hay menús de tipo alguno.
La carta de vinos tampoco es demasiado amplia pero tienen referencias muy variadas.
Nosotros nos hemos decidido por un Schmitges Riesling "Von Berg" Feinherb En nariz, aunque se nota ese sulfuro inicialmente, en breve prácticamente desaparece y deja un aroma más dulce, muy más frutal. Me ha gustado esa "burbujeante" sensación al beberlo y en boca sigue teniendo ese toque dulce aunque posee así mismo la suficiente acidez como para compensarla. Un vino muy fácil de beber, sin duda. Buen tamaño de copas y una primera fase buena de servicio del vino con presentación, preguntar por quien lo prueba, primer servicio y colocación en cubitera pera pasar después al "autoservicio".
Una cesta de estupendos panes, a cada cual más rico, incluido mi favorito, el de maíz. Eso sí, 4 euros más IVA. Reconozco que en la mayoría de los sitios lo cobran y que no tienen esta calidad pero....
Hemos decidido pedir algunos plato para compartir:
Láminas de bakalao con su pil-pil y pimientos rojos asados una bien cargada ración de bakalao presentada al centro. Rico el pescado, ricos los pimientos y rico el pil-pil. Un buen plato, sin escatimar en cantidades.
Langostinos picantes crujientes con salsa romesco y crema de ajo unas bolas crujientes de langostinos, con un toque picante que sin ser exagerado te acompaña continuamente, un plato distinto y que me ha gustado aunque quizás te marque un tanto lo que comas después. Original propuesta.
Huevo a 64 C con pimientos asados y espuma cremosa de patata y bacon lógicamente plato de cuchara, sin duda. Muy bien conseguido, el sabor a bacon no lo hemos encontrado pero el plato estaba muy rico. Y eso que traíamos el listón altísimo de hacía una semana. De nuevo un buen plato y una generosa ración.
Hasta este momento todo presentado al centro y sin cambio de cubiertos ni de plato. A mi no me preocupa en exceso pero....
Ahora ya sí nos han servido individualmente una par de medias raciones de Cochinillo confitado, patatas asadas al tomillo y mermelada de naranja amarga perfecto el punto de la carne y de la piel. Sabroso y jugoso. Las patatas asadas con su piel, me encantan. La salsa muy rica y ese toque amargo de la naranja, curioso cuando menos aunque a mi personalmente como que me sobra. Para gustos los colores.
Aunque ya mucha hambre no había dada la generosidad de las raciones, un postre para compartir era imprescindible: Chococobre una trozo de chocolate con base de bizcocho y la cubierta del mismo tono del cobre, acompañado de una bola de helado de vainilla y un trozo de galleta crujiente. Para amantes del chocolate pero sin despertar "enamoramientos".
Un local que evidentemente está donde está, si tenemos en cuenta de que haber pedido mi cafecito y mi copa de dulce, hubiese sobrepasado los cien euros para dos, tenemos muchas opciones en la capital para por ese dinero disfrutar más de una buena cena.
Chococobre
Huevo a 64 C
Láminas de bakalao con pimientos.
Curiosa la definición de economia más holgada.
Últimamente veo mucho el cochinillo en las cartas.
Son dos orillas un tanto distintas las que separa el puente colgante.
Mira que yo antes era incapaz de comerlo pero ahora me encanta y la verdad es que sí que nos lo ofrecen en muchos locales. Igual es que tenemos "demasiados cerdos" y hay que ir dándoles salida. :-)
hombre, los 2 "peros" que mencionas en tu comentario (precio del pan y cambio de cubiertos) me parecen importantes en un restaurante que se mueve a este nivel de precio; no obstante, los platos pintan muy bien... espero que la experiencia mereciera la pena.
Un saludo, Manuel.
Comiendo bien es difícil que no merezca la pena. Y comer, comimos muy bien.
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