restaurante de pueblo al que acudimos un par de años después...
el servicio ha mejorado excelentemente, el vino sigue sin ser su pasión pero la carta es muy interesante y la elaboración siguue siendo excelente.

el local vive del menú mediodía con lo que a esas horas está muy lleno y se echa en falta un hilo musical, más que la tele, que rompa el ruido que entre todos generamos.

muy recomendable...

restaurante liderado en cocina por un exalumno de la escuela de hosteleria de Cambrils (Tarragona).

cocina que busca agradar y satisfacer, tanto en calidad y elaboración como también en cantidad, con una relación calidad precio más que correcta.

carnes, carpaccio, ensaladas, pescados... todo bien elaborado, cocinado y presentado con gracia.

decoración moderna pero agradable, cubertería, loza, cristalería y mantelería más que correctas.

el principal problema es que el servicio de los camareros es malísimo.
sin experiencia, poco hábil, torpe y totalmente nefasto.

por nombrar algunos detalles, el mantel con varios gotarrones de vino, a gota por copa desde el momento incial, acompañados de comentarios "ui, bueno, no pasa nada, lo lavaremos jijiji"
despistados, sin memoria y sobretodo sin ánimo de servicio...

lastima "invertir" tanto en la cocina y olvidar lo obvio, que un manjar sin servicio deja de ser manjar.

por último detallar que una mesa vecina nos inundó de "humo" con su carne a la losa... quizás un buen extractor en el comedor sería interesante....o mejor aún, no hacer este plato en un comedor tan pequeño....