Hoy he recibido un "reto" y a ello me pongo. Un insigne forero me pide encontrar el mejor bakalao de Bilbao y cercanías.
Este restaurante tiene fama de prepararlo bien y además no lo hemos visitado aún, así que a por ello.
Tiene buena prensa y no vamos con miedos de cenar mal.
Pequeño comedor de cuatro mesas que además dispone de otras en zona de barra.
Bien vestidas, buena vajilla, cubertería y buen servicio. Copas de muy buen tamaño y un buen servicio del vino. Buena temperatura, cubitera, dado a probar y primer servicio.
La carta tiene suficientes referencias pero hoy, como anda Oscar buscando vinos blancos que mariden con la comida en general, le voy a demostrar algo que él ya sabe, que nuestro Itsasmendi 7 marida con lo que le echen y así ha sido. No voy a repetirme demasiado pero esto es un señor txakoli que además es un señor vino, que no son cosas incompatibles.
Un par de crujientes panes de txapata a 1,50 euros la unidad, tema discutible pero......... me cuesta. Tendré que ir acostumbrándome.
Empezamos con una Crema de porrusaltsa y calabaza, salsa de puerros. El sabor no refleja dicho vegetal y aunque muy sabroso, la calabaza es la reina. Es gentileza de la casa, como aperitivo pero es una ración más que generosa.
Me ofrecen fuera de carta unos Pimientos verdes y yo a esto difícilmente le digo que no. De pequeño tamaño pero de enorme sabor, con la "carne" en su punto y con la sal en su ración exacta. Sin esas pieles duras que matan este plato. Muy ricos, que pena que ninguno de ellos picaba un poco.
Para compartir y emplatado individualmente pedimos un Tartar de salmón llevaba cebolla y pienso que la cantidad era excesiva con lo que el salmón quedaba un tanto relegado a segundo plano. Como digo yo siempre, de malo nada pero hubiese preferido más protagonismo del pescado. Buena ración.
Mi chica pide un Mero con patatas panaderas excelente ración, excelente la textura, el punto. Sabroso. Ofrecido fuera de carta pero sin engañar con el precio.
Yo he ido a lo que he ido así que Bakalao a la plancha con salsa y pimientos rojos habiéndolo sabido casi ha sido un plato que para los dos hubiese sido suficiente. Tamaño XL. En la foto podéis apreciar las láminas. Esa textura que me dice que es un pescado de fiar. Grueso, con la piel crujiente. El punto ideal de sal.
Me lo ha puesto difícil Isaac. Voy a toparme con demasiadas cosas ricas como para elegir. Pero es un "trabajo" que me va a encantar.
Aunque estamos servidos, hemos visto unas tartas caseras demasiado apetecibles como para pasar de postres y al preguntar nos han ofrecido sacarnos dos medias raciones, por un lado Tarta de queso con frutos rojos fresca, nada empalagosa y a mi que no me van demasiado las mermeladas que me parece matan las tartas, en este caso no ha sido así. Por otro lado Pantxineta con chocolate negro este postre es difícil que no esté rico, la crema pastelera muy golosa, la capa crujiente lo mejor para mi. El problema era que no entraba ya en mi suficientemente entrenado estómago. Demasiada cena.
Rico cafecito y al preguntar por vinos de postre me ha dicho que pruebe un Cuvée Cecilia, Finca Sandoval 2010 mira que me he acordado del vino preferido de algunos que yo me sé, del Olivares. Perfecto para el sabor de la fresa de la tarta. Dulce sin empalagar. Y además, a diferencia del Olivares que me deja y lo he dicho, la boca un tanto "estropajosa", éste se dejaba beber más facilón. Me ha gustado, la verdad que sí.
Interesante charla con el cocinero y propietario, gente sencilla a más no poder y sin prisas. Invitación a segunda ronda de generoso y prometido volver a probar ese Pichón que se ha comido nuestro "colindante" de mesa.