Ocupa el local del antiguo Casa Marques (excelente restaurante), que más tarde ocupo el Marques de la Boheme (que acabó siendo un pesimo restaurante).
Algunas modificaciones en la decoración, se ha potenciado la barra del fondo a la izquierda con oferta de pinchos. Servilletas de papel y resto de menaje de batalla. Mesas amplias , con una buena separación entre ellas. En conjunto , el ambiente se asemeja a un local de tapas con servicio de mesas , aunque puedes tomar los pinchos en la barra. hay diferentes pizarras donde se explican tanto los vinos como la carta y los menus
Comi de primero pinchos , en general buenos , unos mejor que otros , pero la media fue notable.
De segundo carne a la piedra. La prsentan de forma diferente a lo que yo había visto , ya que el plato viene cocinado , además te dejan una piedra por si te la quieres hacer mas. Siempre me habian sacado la carne cruda y te la hacias sobre la piedra, pero , bueno , es su forma de hacerlo. Muy buena calidad, perfecto el punto que pedi, mucho sabor y muy tierna.
No tome postre, pero quien lo tomó comento que estaba correcto.
Carta de vinos más amplia de lo habitual en los restaurantes de la zona . Ofrecen , incluso la posibilidad de vinos por copas, cosa que yo no habia conocido en ningun sitio de la zona antes. Carta no muy extensa, con referencias clasicas y basada en vinos catalanes, de rioja y de ribera preferentemente. Servicio que se li mita a abrir la botella y dar a probar.
Servicio de sala muy amable, Voluntarioso y diligente. Quizás algo desordenados , pero será porque llevan poco tiempo abiertos.
Desde que se fue Pau Barba , Camprodon perdió su mejor restaurante. Le sucedió otro en el local que mejor olvidar y ahora , en tiempos muy duros , se ha vuelto a abrir el local con nuevos dueños. Valentia no les falta . Y eso siempre es digno de admirar. Que con la que esta cayendo se atrevan a brir un negocio es digno de loa. Favorece su aparición porque , su materia prima es buena o , incluso, muy buena.
Es un buen sitio para comida sin ornamentos , pero honrada. Sólo por eso merece la pena ir.
No pagué yo, pero el precio de forma orientativa con vino y bebida