Tras la decepción del restaurante de Arties he de decir que me atendieron perfectamente bien y comi francamente bien en este restaurante, de cuidada y bonita decoración rústica.

Pedimos el menú de 18 euros:

De primeros mi mujer ensalada, con sardina ahumada y olivada y yo patatas aranesas (con butifarra blanca y ternera) contundente y muy rico de sabor. Los nanos pasta para los dos.

De segundos tenian una brasa que hacían todo al momento puediendo elegir, embutidos o carnes, mi mujer pidió churrasco (buena carne) y yo un muy buen cordero braseado, muy rico.

De postre los niños helados y yo un casero y rico requeson con miel.

De beber agua y una botella Terra Nova Ull de lebre, merlot y syrah.

Muy buena y agradable atencion y servicio, muy pendientes de los niños y muy simpaticos.

El restaurante es bonito . pero el trato de los camareros y del responsable del restaurante deja mucho que desear . Son bastante maleducados con los clientes , a la par que cochino , los camareros fumando , tosiendo encima de los pinchos, la vez que he estado me parecieron muy impresentables , desde luego que no vuelvo mas , ni lo recomendare a nadie.

Aunque no pudimos cenar en Eth Bot, no había sitio durante los días que estuvimos en el Val d’Aran, os lo recomiendo para tomar una copa, que fue lo que hicimos para conocer el lugar. Está situado en la plaza mayor de Salardú, en la que está un simpático jabalí, símbolo de las fiestas del pueblo. Es una preciosa casa museo del año 1.600. Pudimos ver que en el restaurante, la típica botería aranesa como ellos definen, había un brasero que cocinaba las carnes a la vista en una grandísima chimenea, es la especialidad. El ambiente en general es desenfadado, y sobretodo muy acogedor. La próxima vez, seguro que iré a cenar. La valoración, evidentemente, estimad solo el entorno, es que creo que merecía la pena ponerlo.