El local el chaval es una freiduria de las de toda la vida, un poco cutre diria yo, pero tiene su encanto sobre todo en verano; lo que no me gusta es que tiene muchos altos y bajos en la forma de elaborar la comida, un dia te sirven los entresijos bien fritos y calentitos y otro dia estan como si estuvieran recalentados y frios (supongo que sera por la afluencia de gente)aunque a mi un dia me los pusieron frios y estaba el bar con muy poca gente casi vacio, asi que me da que pensar que esten recalentados, pero no me atrevo a confirmarlo por que seria muy atrevido por mi parte.
Por lo demas todo correcto los tipicos chorizos, morcilla en definitiva grasaza pura y buena para que te suba el colesterol.

Como amante declarado de la "casquería", gastronómicamente hablando, tenía yo el capricho de probar las gallinejas y los entresijos.

Mira que he degustado yo menuceles, pero siempre se me habían resistido estas viscerillas tan madrileñas, tan castizas.

Y aprovechando que andaba yo por Madrid, un compañero "gato" que sabía de mi capricho me dijo: "yo te voy a llevar a comer gallinejas, pero a un sitio de los de verdad, no te esperes lujos, ahí se va a comer gallinejas, Madrí profundo".

Y cumplió fielmente y una noche me llevó a Canillejas, a El Chaval, uno de los sitios más típicos de Madrid, según me dijeron, para probar estas delicias culinarias.

El Chaval no tiene nada, es un local humilde, austero, con aire de dejado, sin encanto alguno... al margen de la autenticidad, que es mucho margen. Preside la sala un gran cuadro de cerámica rodeado de espumillón azul, casi en marzo... que, además de una caricatura de Don Quijote y Sancho, dice:

Decía Sancho Panza a su señor Don Quijote: "Mi señor, he estado pensando en el lugar donde comer y beber, y qué mejor sitio que El Chaval, donde podremos comer, merendar y cenar con gallinejas y buen vino del lugar".

Se trata de una freiduría, con los productos típicos de tales establecimientos además de los menuceles comentados.

Mesas y sillas incómodas, vajilla de, cubiertos de estos de hace años con el mango de plástico duro color crema claro...

Tomamos:

•Ensalada
•Entresijos
•Gallinejas
•Morcilla
•Chorizos criollos
•Chuletas de cordero

Todo correcto, como muy casero. Al fin sacié mi curiosidad: los entresijos son parte del intestino del cordero, y me recordaron mucho a las madejas aragonesas o los zarajos conquenses, aunque como más bastos, menos seleccionados; las gallinejas, también parte del sistema digestivo del cordero, ya son más difíciles, como más gomosas, y dentro de sus tubillos con un liquidillo denso...

Me gustaron ambos productos, en especial los entresijos, aunque para originales, las gallinejas.

Carta de vinos mínima, tal como se esperaba, y tratados sin cuidado alguno. Tomamos un riberita joven, Señorío Real 2011.

Servicio un poco bruto pero rápido y cercano. No voy a contar cómo nos explicaron la diferencia entre entresijos y gallinejas porque no sería apto para estómagos sensibles...

Objetivo cumplido.