Acabo de llegar de comer con mi mujer de este restaurante. Reservamos mesa para las 14:00 horas. Difícil aparcar por la zona, aunque no imposible. Entrada al restaurante un tanto fría y horrible a mi parecer que lo visible de la zona de cocina desde la recepción sea la "plonge" (el fregadero). Nos preguntan si tenemos reserva, afirmamos y nos acompañan a la mesa. A mi mujer ni siquiera le retiran la silla para facilitarle el asiento. Nos decantamos por el menú degustación, que para mi decepción, no incluye el "plato estrella" del restaurante, el arroz negro. No acabo de entender la elección de no incluirlo. Mi mujer pide un vino blanco afrutado como aperitivo, y nos ofrece un ¡¡VIÑA ESMERALDA!! No me parece un vino adecuado para recomendar en un restaurante de Estrella Michelín, creo que hay vinos mucho más "divertidos" que esta facilona elección para salir del paso. Busco que me sorprendan en la recomendación, pero no lo han hecho.
Snacks muy flojos. Buñuelo de sobrasada, patata chip rejilla, calçot en tempura con romesco y rejilla crujiente de ¿queso?... mismas tonalidades, cocciones toscas y abuso del pan y la fritura. Como aperitivo principal y único nos sirven sin haber terminado los snacks, acto más propio de u restaurante chino que de un estrella, un mini brioix de espinacas (imperceptibles) y bacon. Más pan, más fritura.
Primer plato tipo mar y montaña "Salteado de cigalas con ensalada de hinojo y riette de conejo" Presentación correcta nada más. Cigalas con cocción correcta. Ensalada correcta. Decorado con una corteza (más fritos) y unos medallones de unos 2 cm. de diámetro de una pasta de textura "plastilinosa". Abundante y demasiado predominante el sabor y aroma del hinojo. Corte julienne del bulbo de hinojo muy muy tosco.
"Caldereta d'espardenyes y crujiente de pan de ajo"... más pan... más frito... Cocción de las alubias correcta y las espardenyas un tanto chiclosas por no decir demasiado. Salsa con buena textura y brillo, pelín sosa.
"Filetes de lenguado con verduras de temporada y souffle de colmenillas" Demasiado cocido el lenguado estropeando el pescado fresco y de exquisita textura si hubiese estado al punto adecuado. Guarnición correcta. El soufflé se sirve a parte por lo que le quita sentido a la preparación. Soufflé muy reseco y dificil de comer pues la "huevera" donde lo presentan está recién salida del horno.
"Cordero asado en su jugo y gnoquis de menta" Cordero graso, ¡¡con hueso!!, excesivamente grande para ser degustación. Asado de más, duro y se hacía hebras. Los gnoquis de menta... muy por debajo de la calidad exigida en un estrella.
"Violeta, espuma de yogurt y frutos rojos" Casi aceptable y un tanto más que correcto. Juegan con la esferificación (aunque dudo que sea de elaboración propia, lo dudo muhco) Sabor muy conseguido y muy agradable en aroma. Espuma de yogurt normalita, demasiado aire y poca gelatina. Se deshizo antes de entrar en boca. El último postre "Torrijas con crema de chocolate y vainilla" Las torrijas parecían de magdalena, no me acababan de convencer. Flojo.
"Petit Fours" merengue seco de avellana, poca elaboración. Reja de chocolate, mal atemperado, se veía la grasa de cacao, no sorprende, es bmuy básico. Crujiente de chocolate, más básico aún.
Servicio pésimo. El sumiller estuvo hablando con una mesa de supuestos conocidos durante la hora y media que estuvimos allí, nos servimos el vino y el agua durante toda la comida. No repasaron. Pan correcto.
No creo que vuelva ni creo que sea merecedor de una estrella. Pero para gustos...