Un oasis en desierto de comida tradicional, este es quizá el faro un restaurante de cocina elaborada donde cuidan mucho la materia prima e intentan hacer cosas nuevas de una forma acertada. soy bastante asiduo 6 a 10 veces año, cambian la carta por temporada. paraten quizá no del mejor producto pero la elaboración pone el resto para conseguir una cocina muy muy correcta. carat tirando a corta pero tiene la ventaja que si alguna persona no es muy amante de la cocina moderna puede elegir mariscos de primera. los postyre extraordinarios.
tienen menus elaborados con los platos muy aquilatados y si algo no te gustan ningún problema y te lo cambian.
cuidan el detalle mucho: aperitivos, aceites , pan etc...
la carta de vinos es muy buena casi la calificaría de extraordinaria muy completa con atención a las últimas novedades y de todas las denominaciones, así como la de aguas.
tanto el servicio de vino como de sala perfecto y amable.
el espacio es muy bonito situado en una antigua casa del faro, con comedor divido en espacios y una terraza en verano muy agradable.
los amantes del vino disfrutaran sin ningúna duda y le recomiendo que te dejes aconsejar saben lo que hacen y se adaptan al tipo de vino que busques tanto en tipo como en precio, siempre que lo han hecho y yo soy delicado para eso lo han clavado. si le gustan le recomiendo el champan lo tiene poerfecto el último día un Dom Perignon perfecto...

Por mi gusto en la cocina, el mejor restaurante de la ciudad. Cocina mediterránea de nivel, la decoración del local es excelente y la carta de vinos es realmente espectacular tanto en cantidad como en calidad. La única pega es la necesidad de un poco de fuerza en algunos de sus platos. Sinceramente si se acude a la ciudad se debe priorizar una comida en este estupendo restaurante.

Coincido con los comentarios anteriores. Cocina mediterranea de calidad, excelente servicio tanto en rapidez como profesionalidad. Amplia carta de vinos especialmente de tintos, servicio y copas correcto. Pedi un Sta Digna de Chile (Miguel Torres) por 15 euros. La cubitera era comunitaria. la camarera sirve conforme vacias la copa y no se retrasó en ningún momento. Por el tipo de cocina los precios son muy adecuados.-El plato principal estaba "soso" pero con un poco de sal todo solucionado. Se hecha en falta una carta más completa especialmente en los platos principales. Poca variedad en carnes. Hay una par de arroces,1 de carne y poco más. Aparte de la carta tiene 3 menús para elegir, uno de ellos de desgustación. Volveremos para ver si la carta va variando según temporada.

Cocina marinera y mediterránea de alto nivel.
El local, ubicado en un bonito chalet frente al puerto, es moderno y acogedor.
Pedimos un menú que constaba de un aperitivo, dos entradas, plato principal, un entretenimiento y postre. Muy buena la ensalada de canónigos, rovellones y granada, también el pulpo con puré de patatas y la dorada que estaba exquisita. Los postres me gustaron menos.
La carta de vinos amplia pero a unos precios excesivamente elevados. Ojo, tambien tiene carta de aguas con y sin gas.
Riquísimos los panes (tienes tres tipos para elegir)
El servicio excelente y atentísimo desde que entramos hasta que salimos. Por ponerle un pero, pedimos una infusión y nos la trajeron de bolsita. Luego nos enteramos que tenían carta de infusiones, que no nos ofrecieron.
Precios acorde con lo que comimos. Sin vino unos 36€

Cocina marinera con excelente materia prima. Bonito local con excelente decoración. La restauración algo carente de "alma", de hecho la sensación general fue que los platos principales estaban "sosos". Buen servicio del vino con copas Riedel, vino a su temperatura, decantadores y armario de conservación de vinos de gran dimensión. Carta no muy amplia pero bien surtida.