Quedada Veremera
Gran dominio de la "cata a ciegas", todos acertados y no soy nada experto. Lo que creo que Jerónimo entendió es que la cata a ciegas era después de comer, por eso no pidió los GT's.
Bromas aparte, buen lugar, muy buen servicio de sala y buen montaje de mesa, copas y vajilla, a pesar del cenicero donde Coro se comió el arroz sin arroz.
La comida perfectamente detallada por Ferrán, así como la bebida, destacaría los galets rellenos y el meloso de ternera, el postre no me gustó tanto. En cuanto a la bebida, buen maridaje y excelentes las explicaciones de cada vino. En resumen un lugar recomendable.
Aparte de lo indicado, destacar como lo mejor de la quedada el grupo, excelentes personas con las que es muy facil pasar un buen rato, compartir una comida y comentar sobre vinos, gastronomía y otras muchas cosas.