Segundo dia en la isla y previa reserva (afortunadamente porque era domingo y estaba lleno) fuimos a la casa del Volcan que ya solamente al entrar promete. Casita tipica bien decorada y muy agradable. En el bar hay un pequeño museo del vino con explicaciones de variedades de uvas autoctonas y fotos . Muy interesante.
El camarero muy amable ( sn exagerar) y con tablas de trato al turista peninsular instando a probar y vendiendo el producto autoctono. Nos dejamos llevar y pedimos acertadamente lo que él sugirió.
• Morcilla de la isla: Buena
• Conejo guisado con mojo: lo mas flojo en mi opinion . Constatamos mas adelante que este bicho tiene un sabor demasiado fuerte aquí.
• Queso asado: rico
• Carne cabra guisada: todo un descubrimiento. Carne parecida al morcillo o a la carrillera. Melosa y buena
De postre , aunque nunca pedimos , nos convencio para pedir Principe Alberto que es tipico en la isla. No sabria decir muy bien que es pero parece una crema con almendras y algo de chocolate. Bien
Para beber no acertó en lo recomendado…nos recomendo el vino que ellos elaboran con malvasia seco. Nos dejo para probar casi media botella de 50cl y no nos gustó nada. Aunque no la bebimos nos cobró 5,40 euros. Yo probé una copa de Teneguia variedades sabro y gual y tampoco me gustó. Por ello finalmente pedimos un Vega Norte Albillo que acompañó la comida y que con El Nispero fueron los vinos que mas bebimos durante el viaje. Nos encantan.
El precio ascendio a 54,30 que esta muy bien teniendo en cuenta que nos cobró en total 8 € por las “pruebas “ de los vinos.
En cualquier caso, sitio para recomendar totalmente
-------------------------------
LAS TRES CHIMENEAS
Restaurante un poco en desacorde con lo que predomina en la isla. Me explico… es un bonito chalet algo señorial y con servicio muy profesional. Todo esto no abunda alli, donde lo que predomina es el local de comer pescado o bareto de guisos con atencion lenta y no muy atenta.
Sentado en este restaurante se podira creer que estamos en cualquier lugar de la peninsula de un cierto nivel donde los domingos van las familias de toda la vida a comer.
La carta tambien es acorde a esto con cocina que podriamos llamar “internacional”.
Por otros comentarios decidimos no arriesgar y pedir:
• Pulpo frito: Malo
• Chateaubriand para dos personas. Una pena porque lo pedimos poco hecho y llegó totalmente pasado. La patatas fritas ricas.
Lo mejor : un pan con ajo y perejil calentito y el Nispero albillo que acompañó la cena.
El servicio, como digo , profesional. En conjunto no me gusto por la comida. Creo que no se acertó.
En total 67,78 €.