Segunda cena en pareja y decepción esta vez. Empezamos compartiendo unas piruletas de morcilla con mermelada de piquillo y unos caramelos de cordero (deshuesado envuelto en pasta filo). Bien sin más.
Como platos principales, risotto nero y un insípido tataki de atún rojo con mayonesa de miso. El risotto carecía de gracia y de cualquier otro ingrediente salvo arroz (ni arborio ni carnaroli). Parecía haber sido hervido para luego añadirle la tinta. Ni pizca de cremosidad. Decoraban el plato una teja de queso, un tomate cherry y queso rallado. ¡Era una de las recomendaciones del chef!
De postre, una correcta torrija (de pan brioche con crema de almendras, Zacapa 23 y helado de leche merengada) y algo llamado "paseo por el bosque" (bizcocho de cacao, roca de pistacho y Oreo, helado de pistacho, crema inglesa de albahaca y frutos del bosque) dominado por completo por la albahaca.
Tomamos un Juvé & Camps Reserva de la Familia 2016 a buen precio (20 €).
Servicio algo descoordinado. El precio incluye un descuento del 30%, salvo bebidas, por reservar a través de una conocida página web.

Restaurante situado en la terraza del mercado municipal, como dice su nombre, con vistas a los campanarios y torres emblemáticas de la ciudad, en torno a la Plaza de Cervantes.

La comida a la carta fue la siguiente:

* Piruletas de morcilla (morcilla de Burgos en presentación piruleta, sin más misterio)

* Tortilla de patata trufada (muy jugosa con el toque de la trufa)

* Tallarines de calamar en tempura (tiras de calamar en tempura)

* Steak Tartar ( buena carne con su punto picante)

* Chuletón de vaca madurada (tierna la carne y en su punto menos al gusto del consumidor)

* Postre: Fruta del tiempo variada

* Vino tinto D. O. Madrid

Buen restaurante en pleno centro de Alcalá de Henares. Desconozco el precio de la comida ya que fue invitado.

Cena en pareja contemplando los tejados de la histórica ciudad vecina y disfrutando de una muy agradable noche veraniega.

Comenzamos compartiendo un rico gazpacho de cereza con helado de queso Idiazábal y una estupenda tortilla de patatas trufada.

A continuación, como platos principales, rape a la brasa y falso steak tartar de caballa con crema de aguacate. Buen producto el primero, en su punto de cocción, y sabroso el segundo, con un picor comedido y un elegante aroma floral.

Excelentes postres: piña colada 2.0 (crema de coco, tartar de piña osmotizada con ron y lima, pan sardo dulce y helado de coco) y herencia cubana (flan y helado de coco con mango en texturas y cigarritos de chocolate a la brasa), este último presentado bajo una campana de cristal repleta de humo.

Carta de vinos algo corta y no demasiado llamativa de la que escogimos un buen Pazo de San Mauro 2019 (23 €), aromático y fresco, que nos acompañó muy bien durante toda la cena.

Servicio joven y con ganas de agradar.

El precio incluye un descuento del 30%, salvo bebidas, por reservar a través de una conocida página con nombre de cubierto.

Nueva visita para conocer el cambio de la carta, que habitualmente realizan dos o tres veces por año, e igualmente, aprovechamos para departir unos minutos con el joven chef de este lugar, que con su trabajo - premiado en varias ocasiones -, está haciendo que la cocina de este lugar sea cada vez mas conocida.

Se mantienen algunos platos de la carta anterior, pero se introducen algunas novedades que denotan, buen gusto, buena técnica y mayor madurez en sus propuestas.

Para afrontar y conocer mejor esta nueva oferta y de acuerdo con la sala, disfrutamos de un menú de degustación muy extenso que nos da una visión muy amplia de la carta.

También algunos cambios en la carta de vinos, algo mas amplia y siguiendo con su tónica de precios razonables. Aquí nos hemos decantado por un Gargalo sobre lías, DO Monterrei, uvas godello y treixadura. Mas que agradable.

- Crema fría de calabacín y menta, aceite arbequina y cebollino. Sabroso, refrescante, buen comienzo.

- Brandada de bacalao, atún ahumado, tapenade y mermelada de tomate. Excelente presentación. Plato elegante, armonía de sabores.

- Sopa fría de tomate y hierbas, helado de Idiazabal y langostinos. Sabor y sabor. Necesito mas cantidad.

- Verduras de temporada, escabeche de pato y mahonesa de soja. Muy buena cocción. Muy destacable el sabor de la mahonesa.

- Carpaccio de cigalas sobre mousse de almendras, vinagreta de frutos secos y mostaza antigua. Plato sorprendente que denota buena idea y buen gusto. Muy interesante el contraste de sabores.

- Ceviche de corvina con su leche de tigre. Intento de aproximación a la cocina peruana. Solo se queda en intento, hay que seguir trabajando.

- Migas cervantinas: Huevo a baja temperatura, crema de patata, torreznos, chorizo y costrones de pan. Guiño a la cocina tradicional pero aportando su propia visión. Originalidad que demuestra que partiendo de una receta tradicional se pueden hacer variaciones resultonas.

- Arroz negro con lima, coco y alioli suave. Es un plato clásico de la casa que nunca había probado. Me parece una combinación, distinta, diferente, pero muy sabrosa. Habrá que repetir en un futuro, plato que transmite buenas sensaciones.

- Bacalao, salmorejo, patata moruna. Bacalao correcto, buen salmorejo y muy buen sabor de la patata.

- Manitas de cerdo rellenas de cordero y setas con puré de apio nabo y mostaza antigua. No siendo demasiado casquero ni siendo éste un lugar especializado en casqueria, un buen plato.

- Sopa de cítricos, fruta, granizado de vodka y yuzu. Como prepostre, impresionante, el efecto en boca de los citricos y los toques del yuzu y el vodka, produce el efecto que se busca, la limpieza es total. Muy agradable.

- Macarons de fresa con nata y chocolate. No son los mejores macarons que hemos probado, demasiado consistentes a estas alturas del menú, quizás un cierre algo mas ligero hubiera sido mas deseable.

Cafes con hielo con sus petits fours correspondientes, suponen el cierre a esta visita, que nos confirma las buenas impresiones ya experimentadas en visitas anteriores, se aprecia una evolución creciente en cocina, lo cual es muy destacable.

Espacio en cuyo accionariado participa Jesus Velasco (Amparito Roca-Guadalajara), formado por una primera planta para copas y una segunda planta con el restaurante, en pleno centro de la ciudad, situado en los altos del mercado municipal, desde el que divisas tanto a traves de la cristalera como desde la terraza descubierta, el centro de la ciudad.

Espacio, el restaurante, que ha sufrido diferentes vaivenes, comenzó muy bien, con personal procedente de Amparito Roca, en muy poco tiempo se hizo con un hueco en la ciudad, pero cambios en sala y cocina provocando una etapa un tanto oscura, ahora, nuevos cambios, hace que este espacio remonte y comience a recuperar su sitio.

Actualmente de los fogones se ocupa Ruben Principe, flamente ganador, en su vertiente de cocinero, del primer puesto en el Certamen Nacional de Gastronomía, organizado por la Federación de Cocineros y Reposteros de España.

twitter.com/chefmsandoval/status/596256461367463936

Por todo ello, las nuevas opiniones y la consecucion de este premio, nos motivan a girar una visita.

Encontramos una sala, muy atenta, muy pendiente del comensal, de los detalles en la mesa, sospecho que constituida por personal formado en el escuela de hosteleria, desde luego sus formas apuntan a ello.

La oferta se centra en una carta, con propuestas que pintan muy bien o un menu de temporada, bastante completo ( 5 entrantes, plato principal y postre ) con muy buen precio 35€/pax, incluyendo ademas del iva, el pan, cafes y chupitos, es decir, todo excepto las bebidas. Toda la información acerca de la carta se encuentra en su web, perfectamente actualizada, lo cual es de agradecer.

Carta de vinos, corta pero variada, con precios razonables y con algunos vinos interesantes, de entre estos, nos decantamos por un sabroso Sumarroca, uva Gewürztraminer 2013, DO Penedes.

Nos decantamos por el menu de temporada, con un cambio que se nos acepta, sustituimos una ensalada de tomates por un tataki de atun.

La parte correspondiente a los entrantes:

- Gazpacho con pan frito y aceite arbequina. Un poco escaso de sabor, pero refrescante y ademas, entra muy bien.

- Plato de ibericos y queso. Clasico entre los clasicos. Buen producto, chorizo, lomo, salchichon, jamon, queso viejo, queso curado, queso de cabra, nueces, membrillo y crema de queso. Total casi nada.

- Pan de cristal, ali oli y tomate natural. Crujiente, suave ali oli y tomate de verdad. Poco mas que decir, quiero mas,...

- Tataki de atun y ajoblanco. (Plato de sustitucion respecto al menu original). Correcto producto y tratamiento del mismo.

- Vieiras a la plancha, puré de guisantes y panceta adobada crujiente. Fenomenal plato, una vieira tratada academicamente, un pure suave y rico.

Hasta aqui, los entrantes, si los entrantes, ahora queda hacer hueco en el estomago, dado que comienza la parte seria.

- Rape a la plancha, crema de patatas panaderas y refrito de tomates y ajetes. Platazo, en esta cocina hay un cocinero que sabe lo que hace, no me caben dudas.

- Merluza en salsa verde de berberechos y alga codium. Me cuentan que la merluza estaba buena, yo doy fe de que la salsa verde pedia a gritos mojar pan y pan. Que sabor.

Despues de esto, empezamos con los postres.

- Sopa de melon, helado de lima y sandia estofada. Voy a ser muy breve con el comentario, un plato me parece poco, quiero, necesito mas.

- Texturas de chocolate. Para los adictos/amantes del chocolate, seria un postre ideal. El chocolate en todas las formas posibles, helado, crema, tierra, etc.....y ademas con una presentacion bonita.

Como decia al comienzo, cafes con hielo, petit fours y chupitos de pacharan incluidos en el precio.

Habra que volver a explorar la carta, tanto la del comercio como la del bebercio, en ambos casos han quedado cosas interesantes.