Mi primer restaurante de la era "post-covid"

Primer restaurante visitado desde el 7 de marzo pasado y primero del otro lado de la frontera antes de llegar a nuestro destino.

Fue un verdadero placer poder saludar al Chef Jaume Subirós y a todo el equipo de  El Motel Empordà. No voy a extenderme sobre el restaurante, para los que no lo conocéis, si queréis profundizar podéis leer su historia y su descripción a través de mis 22 crónicas publicadas desde el 31 de marzo del 2013 y alguna que otra más.

Nos situaron en la terraza, que estaba casi llena. Sus amplias mesas, en cumplimiento de las normas Covid 19  estaban aun mas separadas que habitualmente. La carta estaba impresa y era de un solo uso.

El servicio de sala y del vino como habitualmente fueron buenos.

Optamos por comer a la carta :

Como aperitivos nos sirvieron : Cake d'olives (Cake de olivas) y Sindria amb gin (Sandia con ginebra), no estoy muy seguro si el alcohol era ginebra, pero ambos aperitivos estaban muy buenos.

Entrantes :

Rossinyols, llamines d'ous de reig, pasta, all i julivert  i parmesà(2) Rebozuelos, láminas de oronja, pasta y ajo y perejil y parmesano. Una delicatessen para los amantes de las setas. Muy bueno.

Segundos :

Arròs de conill, botifarra del perol i carpaccio de gambes (Arroz con conejo, butifarra del perol y carpaccio de gambas). Un verdadero disfrute, punto perfecto de coccion y sabrosisimo.

Quatre gambes de Roses a la sal (Cuatro gambas de Rosas a la sal). Cuatro gambas fresquísimas, casi crudas, de buen tamaño que MC encontró deliciosas.

Finalizamos  con la repostería del carro de postres :  tarta tatin, tocino de cielo, tarta de xocolata (Chocolate) y  Baba al rom (ron). Todos muy buenos, el tocino de cielo de 10. Todo tenia tanta buena pinta que no nos dio tiempo de hacer las fotos.

Para beber tomamos una botella de agua grande de Sant Aniol y dos copas de vino blanco ecológico Via Edetana DO  Terra Alta. Bodega Edetaria(Gandesa). 70% de Garnacha Blanca procedente de viñas de más de 40 años y un 30% de Viognier. La mitad del vino tiene una crianza de cuatro meses en barricas de 300 litros y la otra mitad se trabaja en sus lías finas para extraer la máxima expresión varietal. Es amplio y potente, fresco, mineral y elegante. Me gustó.

Finalizamos con dos buenos cafés y unos petits fours.

La cuenta ascendió a 51,50 €/persona. Muy buena RCP. La conclusión va a ser prácticamente la misma que en la mayoría de mis comentarios precedentes. Excelente cocina de producto de proximidad y de temporada. Una cocina catalana de gran calidad con productos locales de temporada que se renueva sin cese, un verdadero restaurante de producto de proximidad, de excelente cocina tradicional puesta al día, en la que en cada temporada disfrutas de platos elaborados con maestría. Muy recomendable.

Tuvimos la ocasión de mantener una interesante conversación con el Chef Jaume Subiros sobre el presente y el futuro de la gastronomía en la era "post covid 19" así como con otros miembros de la sala, muy interesante y positiva.  Evidentemente volveremos cuando se presente una nueva ocasión, que esperamos que no será muy lejana.