De nuevo parada y fonda en el Templo del Empordà

Tras haber pasado unos dias en Barcelona y de regreso a casa el día 31 de diciembre, hicimos de nuevo parada y fonda en Figueres para ir a pasar al Motel la noche de la San Silvestre.

Es la primera vez que hemos celebrado la nochevieja en un restaurante pues no somos muy amigos de las fiestas de reveillon con confetis, matasuegras y baile obligado hasta la madrugada. Pero este no fue el caso del restaurant El Motel. El Chef Jaume Subiròs preparó un menú de nochevieja, a un precio muy ajustado y sin "flonflon" y además para aquellos que no deseasen el menú de nochevieja se ofrecía igualmente la carta.

El restaurante, estaba lleno hasta los topes. Nos decantamos por el menú de nochevieja, en el que no estaban previstos los vinos. Les solicité si era posible confeccionar un maridaje como hacen normalmente con en el menú gastronómico habitual y me respondieron afirmativamente manteniéndome el precio de 20 €/persona.

Para empezar nos sirvieron un snack de muselina de patata con butifarra negra que estaba muy rico.

El menú fue el siguiente :

Crema de patacas con trufa melanosporum y leche de parmesano
Berenjenas con trompetas de la muerte y crema de cacahuete
Lubina con consomé de semillas salvajes
Pularda rustida lentamente, con carpaccio de trufa melanosporum y bulgur
Sorbete de cítricos
Pastel de chocolate, cacao y texturas de chocolate
Uvas de la buena suerte, presentadas en pinchos plantados en un tarro de porcelana

Todo el menú fue excelente, el contenido de los platos estuvo muy bien mesurado, mereciendo una mención especial la Pularda, que estaba sublime, a base de foie gras con una salsa elaborada, entre otros ingredientes, con los huesos de la gallinácea. Tuvimos una larga y amena conversación con el Chef Jaume Subiros quien nos explicó que este plato lo creó en el restaurante del hotel Almadraba en 1985 con motivo de una boda y que desde entonces si no me equivoco era unicamente la tercera vez que lo cocinaba. Da gusto oír hablar a Jaume Subirós, un gran conocedor de la cocina, de una gran naturalidad y enorme simpatía.

No soy capaz de acordarme de los vinos que tomamos, los tres primeros fueron diferentes blancos del Empordà, con la Pularda tomamos un excelente Rioja Gran Reserva, con el pastel de chocolate una copa de garnacha del Empordà y con las uvas una copa de cava.
Tomamos igualmente una botella de agua y dos buenos cafés acompañados de turrón. Olvidaba de mencionar el pan, que como habitualmente fue de buena calidad.

Precio por persona 89,65 €. RCP buena. No hace falta que lo diga pero os podéis imaginar que cuando vuelva a pasar por Figueres haremos de nuevo parada y fonda. Muy recomendable