Creciendo

Después de tantas vicisitudes como ha sufrido el sector y que en el caso de este restaurante aparecieron en el peor momento, su equipo sigue empeñado en crecer y en ofrecer una cocina, en la que siendo el arroz protagonista, se añaden cada vez nuevas propuestas con producto y originalidad.

Visita de 9 comensales tras el encuentro Verema, la parte de abajo del restaurante, que ya ha sido descrita anteriormente es ideal para grupos, cómoda, amplia, con un lugar para las copas, cubiteras y mucho espacio, además con ese trocito de historia de la ciudad de València a la vista, el acueducto romano. Como siempre un lugar ideal para disfrutar una buena comida, sin prisa y con buen vino, que en este caso aportamos nosotros.

Tomamos el siguiente menú para todos: 

Aperitivo: Lomo de orza y ajo negro, y ajos tiernos fritos. Un bocadito sabroso para empezar.

Entrantes: Tellinas y navajas en su jugo, con salsa de tomatitos asados, tomatitos negros a la llama y brotes de remolacha. Muy rico, marcado sabor de las tellinas y las navajas.

Pilpil sucio de cocotxas de calamar, setas silvestres y cítricos. Muy rico, sabor potente bien conseguido y equilibrado.

Alcachofa confitada, cebolleta encurtidas y jugó de erizos de mar. De nuevo muy buena combinación con el jugo aportando un sabroso contraste.

Principales: (Degustación de arroces)

Arroz de calamares en su tinta, algas y ajos tiernos. Meloso, sabroso, muy rico, a mi me gusto más que el segundo.

Arroz de vaca gallega, Kale y Trufa melanosporum. De nuevo buen arroz meloso, buen punto y sabor.

Postre: Crema de queso manchego, savoiardi y mango. Como siempre los postres de la casa a destacar, marcado sabor a queso que personalmente me gustó que destacara en el conjunto.

Buen pan, café y servicio atento, profesional y cercano.

Una vez más sin fotos, cuando me pongo con buenos platos y vinos se me olvida siempre. El precio no incluye vino, si aguas y cervezas tomadas antes de la comida.

Estaremos cerca del crecimiento de esta casa. Gracias!