Local excepcional, comida muy normal

Comida en LA POSADA DEL LEÓN DE ORO, situada en la Cava Baja, una de las zonas más castizas y turísticas de Madrid. Ubicada en un edificio de más de cien años que ha sido completamente reformado y alberga también un hotel boutique de cuatro estrellas. El restaurante ocupa la planta baja y lo que era el antiguo patio de vecinos de la finca. A la entrada una barra y zona de tapeo con mesas altas, y al fondo el restaurante, bastante amplio (unas 20 mesas). La rehabilitación está hecha con mucho gusto, han logrado crear un ambiente moderno pero conservando el espíritu original de la casa. El suelo del comedor está acristalado y se pueden ver los cimientos de la antigua construcción, espacio que han aprovechado para albergar una bodega. La carta es corta, con elaboraciones sencillas de tipo mediterráneo, unas diez propuestas entre ensaladas, carnes y pescados, y unas diez raciones.

Dos personas, pedimos todo a compartir:

- Carpaccio de foie (13,50 €). Que consistió en el foie cortado en finas láminas, con un fino chorrito de aceite por encima, unas rodajas de pan tostado y se acabó. Estaba bueno, pero servido con poca gracia, así te lo puedes hacer tú mismo en tu casa. Se hubiera agradecido algo de acompañamiento, no sé, una confitura de frutos rojos, una reducción de oporto, unos frutos secos... que se note que estás comiendo en un restaurante vaya.

- Steak tartar (19,90 €). Aunque no lo dan a probar, tienen el detalle de preguntar por el punto de picante deseado. Muy sabroso pero, como en el caso anterior, la carne vino muy solitaria, también se echa en falta algo de guarnición.

- Chipirones a la Plancha (14,90 €). Cinco chipironcitos pequeños, pero frescos y tiernos, con un cordoncito de aceite emulsionado con perejil por encima.

Y para terminar, un fondant de chocolate también a compartir (6,90 €), postre que lleva unos 20 minutos de preparación pues viene calentado en el horno y acompañado de una bolita de helado de pistacho. Muy rico, y es que estos postres de chocolate que mezclan diferentes texturas y temperaturas son una apuesta segura.

Muy buena carta de vinos, con muchas referencias de casi todas las denominaciones de origen, aunque un poco subidita de precio. Nosotros elegimos un Mencía joven del Bierzo, Castro de Valtuille (17,10€), servido a buena temperatura y en copas adecuadas.

Servicio muy atento y servicial, pero también es cierto que era un viernes a mediodía, y sólo había dos mesas ocupadas en todo el comedor (una pena porque reitero que el local es una preciosidad). Con un café, y gracias al "efecto kviar" pagamos 54,53 € que consideramos un precio adecuado. Sin descuento la cosa se hubiera ido a casi 80 €, y nos hubiera resultado demasiado caro teniendo en cuenta la cantidad y la calidad de lo consumido. Pues nada, ya lo conocemos, aunque nos encantó el local la comida nos dejó un poco indiferentes. Creo que tardaremos en volver.

  • Tartar

    Tartar

  • Chipis

    Chipis

  • Foie

    Foie

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar