Festival gastronómico con impactantes presentaciones.

Rabiosamente céntrico, a un puñado de metros de la Plaza España, en la estrecha calle Josefa Amar y Borbón.

Unas instalaciones soberbias con una zona de barra enorme a la entrada, bien nutrida de tapas por lo que observamos, y pasando ésta, dos salas más de generosas dimensiones igualmente.

Nos acomodaron en una de ellas, la principal, un salón clásico, “callado”, con las paredes (forradas con elegancia de madera oscura hasta un metro de altura), sillas y manteles en blanco y crema, y con los únicos reclamos de una gran y preciosa vidriera iluminada en el centro del techo y un cartel sobrio pero también iluminado en el que a los lados de la leyenda “ZaragoZa años 70”, anuncian dos menús-degustación maridados. No más concesiones a los adornos. Ni un cuadro, ni una planta. Consiguen un ambiente algo frío, pero distinguido y discreto.

La dotación es de calidad: mantelería, cubertería y cristalería impecables.

Cocina… ¿cómo definirla?. Pues quizás como cocina aventajada de autor, creativa, con presentaciones vanguardistas.

Optamos por la carta, íbamos tres comensales bien avenidos, y nos creamos nosotros mismos, con los consejos del servicio, nuestro propio menú degustación, con tres primeros, tres principales y dos postres, todos ellos a compartir:

-----

Esfera de tartar de atún rojo. Lomo de atún rojo con cebolla morada, cilantro, salsa Perrins, angostura de naranja, yema de huevo, pimienta de Jamaica y esencia de trufa.

Cangrejos crujientes de cristal. Cangrejos de cristal inyectados de salmorejo, tártara de patata y aceite de cayena.

Bosque de colmenillas. Colmenillas rellenas de boletus sobre tierra de café en crocanter de almendras, pétalos frescos y germinados.

Rape con gel marino. Tronco de rape con foie grass, gel marino y fresas al perfume de sésamo.

Cocochas en cremoso de carabineros. Cocochas de bacalao en pil pil cremoso de carabineros y coral de tinta de calamar.

Cochinillo en canelón de pétalos. Carne de cochinillo con verduritas en canelón de arroz y pétalos con su crujiente de piel sobre taco de patata confitada, manzana osmotizada, orejones y crema de rosas.

Desayuno continental. Hilo de churro bañado en liofilizado de chocolate y pigmentos de mango, arco de biscuit, queso y miel, chupito semifrío de café relleno de chocolate blanco.

Torrija. Torrija de leche de dátil, helado de canela y velo miel.

-----

Todos los platos muy logrados, con buenas materias primas y combinados con audaz sentido gastronómico y estético. Un placer que duró un par de horas, extendiéndose plato tras plato.

Un para el recuerdo fue el de los “Cangrejos crujientes de cristal”. Un cangrejo de mar que yo desconocía hasta ese momento, de Alaska al parecer, al que capturan cuando está mudando el caparazón con lo que se come todo (abdomen, cabeza, patas), sin necesidad de pelarlos. Iba tempurizado y con un poco de salmorejo y picante. La carne es tersa, extraordinaria, y el exterior crujientito, pues la cáscara nueva está saliendo… Una sublime delicia gastronómica.

Las presentaciones, de gran altura, rompedoras, merecen un capítulo aparte. Bastará para hacerse una idea con que cite e intente definir, para no extendernos en demasía, el principio y el final de la fiesta:

- El tartar de atún. Colocaron en el centro de la mesa una fuente de hielo seco y el tartar lo trajo posteriormente una camarera en sus manos, en una esfera transparente en la que descansaba perfectamente dispuesta la mezcla ya hecha de ingredientes, excepto el huevo crudo que estaba encima. Lo batió enérgicamente agitando la esfera como si de un cóctel de se tratara, y lo depositó con suavidad en la fuente, a la que le vertió unas gotas de agua con lo que comenzó a salir un fresco humo blanco del mismo.

- La torrija. También el hielo seco al fondo, en una fuente plana, pero en este caso la cerraban con una tapadera agujereada, con lo que al verter el agua, emergía el humo blanco por cada agujerito como finas fumarolas, componiendo una divertida y atractiva estampa.

El pan… me olvidaba del pan. Era divino. Un pan de hogaza con emulsión de tomate, berenjena y aceite de oliva impregnada sobre una corteza suave, que empapaba el mejunje pero no lo dejaba bajar a la miga. Ufffff.

La carta de vinos es simplemente correcta, y el trato de los mismos, bueno. Comenzamos con un riesling, Martin Schaetzel 2008. Pasamos a una garnacha aragonesa de libro, Tres Picos 2010. Y cerramos con un px, un 1927 de Alvear.

Y dejamos ya de aburrir al sufrido lector finalizando esta crónica hablando del servicio, con el que últimamente estoy teniendo mucha suerte. Destacó entre todos los componentes Alfredo Planas, un profesional como la copa de un pino que nos aconsejó con sabiduría y acierto, y gobernó los tiempos y los inconvenientes con simpatía y acierto de nuevo. Un lujo tener en un restaurante un camarero como él. Los primeros platos, que no los sirvió Alfredo, pasaron más desapercibidos pues la explicación fue rápida y anodina. Los siguientes, presentados por él, fueron un deleite ya que nos comentó con detalle y salero el contenido de los mismos. Desde luego, la excelente impresión con la que abandonamos el restaurante, no hubiera sido la misma de no ser por la intervención de Alfredo Planas.

  1. #1

    Alberto.Freire

    Es una suerte para un restaurador tener en nómina gente como el que comentas (Alfredo Planas) con implicación y ganas de hacer bien su trabajo, aunque no es lo más habitual.

    Muy bien explicada la experiencia, Aurelio.

    Saludos!

  2. #2

    G-M.

    en respuesta a Alberto.Freire
    Ver mensaje de Alberto.Freire

    Gracias Alberto.
    Yo la verdad es que cada vez le doy más importancia a este tema, el humano.
    Y qué poquitos hay como Alfredo Planas (El Trasgo) o como Luis Frontiñán (Palomeque).
    Qué poquitos!

  3. #3

    Alberto.Freire

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Tal como tú comentas, creo que estás teniendo mucha suerte ;-)

  4. #4

    G-M.

    en respuesta a Alberto.Freire
    Ver mensaje de Alberto.Freire

    Va a ser que sí...

  5. #5

    Emili

    Excelentes la crónica y la comida.

    Me quedo con el cangrejo, no lo había oído nunca, pero el desayuno continental debió ser un orgasmo al paladar.

    Enhorabuena.

    Saludos: Emili

  6. #6

    G-M.

    en respuesta a Emili
    Ver mensaje de Emili

    Si! Jeje
    Y el nombrecito... "Desayuno Continental" ¡Qué sugerente!

  7. #7

    Isaac Agüero

    No tienes ninguna foto de esos platos...me he quedado con ganas de visualizar el tartar de atún y el cangrejo...

  8. #8

    Gabriel Argumosa

    Veo que descansaste del Enate 234.

    Desde luego que es muy importante que el servicio se implique, más alla de lo estricto, pero es que tu sabes sacarles la esencia.

  9. #9

    jacomur

    Buena crónica. Me has dado sana envidia con ese cangrejo de cristal, primera vez que lo leo. Cada día tengo más claro que la quedada de Restauranteros fué breve.

  10. #10

    G-M.

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    Nada, no hicimos fotos.

    Ve un día tú con tu "herramienta" y ya verás qué reportaje.

    Y solo he explicado dos...

    Los cangrejos eran lo menos "aparatosos". Eran como dos cangrejos de mar grandotes, enteros, con sus pinzas y todo, usease enteros como digo, tempurizados.

    Mmmmmmmmmm

  11. #11

    G-M.

    en respuesta a Emili
    Ver mensaje de Emili

    Pues ése, el Desayuno Continental, también era uno de los visualmente llamativos. Uno de sus componentes iba dentro de una esfera de hielo sobre la que vertían chocolate blanco fundido muy caliente de modo que agujereaba la cúpula e iba cayendo dentro del chupito de café helado que había dentro...

  12. #12

    Isaac Agüero

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Cámara, se llama cámara...Zaragoza merece mas tiempo

  13. #13

    G-M.

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Jaja gracia.
    Pues ahora que te leo... ¡olvidé que nos pimplamos una botellita de 234 como aperitivo! Jaja. No es broma. Íbamos los tres hermanos solos y nos dimos un homenaje de flipar. Les gustó mucho más a mis hermanos el 234 que el riesling.
    Y la de gintonics que cayeron luego....
    Ya sabes como nos las gastamos por aquí. Empalmamos con la cena, otro GT... las 4 de la mañana...
    Y a las 10 coge el coche y vualta pa Valencia pa comé con la familia, oiga....

  14. #14

    Gabriel Argumosa

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Y seguro que con mejor rcp que el riesling, no se yo mucho sobre los riesling pero para tener un nivel hay que pagar mas bien alto y no sale siempre bien.

    Llevas una temporada con el camino Valencia-Zaragoza, bien pateado.

  15. #15

    G-M.

    en respuesta a Gabriel Argumosa
    Ver mensaje de Gabriel Argumosa

    Sí, pero nunca me da para parar en Teruel y estamos en plena temporada de trufa negra... ¡y me la estoy perdiendo!

  16. #16

    G-M.

    en respuesta a jacomur
    Ver mensaje de jacomur

    Gracias Javier.
    Teniendo en cuenta de dónde somos los hermanos restauranteros y dónde está Zaragoza... más tarde o más temprano, repetiremos...
    Un abrazo

  17. #17

    G-M.

    en respuesta a Isaac Agüero
    Ver mensaje de Isaac Agüero

    Yo pensaba que llevabas un berbiquí!

  18. #18

    Emili

    en respuesta a G-M.
    Ver mensaje de G-M.

    Calla calla, que babeo.

  19. #19

    Fer B.

    Tremendo Aurelio!. Tanto la experiencia como el comentario.

    Igual que a los demás me ha "encandilao" el cangrejo. Pero oye, cuéntame algo más del rape con foie gras que no lo termino de ver. Hacían buen equipo?

    Un abrazo!

  20. #20

    oscar4435

    JO , pues con lo que me gusta a mi de vez en cuando un toque tras , este tiene una pinta tras-metal-cocina creativa , que flipas , de vez en cuando se agradece un poco de magia .

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar