Totalment de acuerdo con este último comentario. No es un restaurante, es un laboratorio. No puedo entender como puede tener 3 estrellas michelin. Llega un punto que no sabes ni lo que comes. Lo mejor los pulpitos salteados, pero en una relación cantidad-precio inadmisible en un restaurante de esta categoria. Y tambien destacar el sufle de fruto de la pasión, pero tambien a un precio que no lo vale ni de largo. Si quereis ir para haber estado en este renombrado restaurante podeis ir, pero la verdad es que lo que cobra no lo vale ni de coña. Carísimo para lo que da. Igual he pecado de ingenuo el ir a un restaurante de este tipo esperando otra cosa, pero la verdad es que me ha defraudado muchísimo. El vino carísimo para variar. El local correcto, pero nada del otro mundo. Servicio atento. Salimos los dos por casi 375 euros con vino incluido.
Resumiendo: no es un restaurante para saborear pescado fresco ni para degustar una buena carne. (la materia prima será muy buena, pero de dan tantas vueltas al plato que al final no sabes lo que comes). No volveré ni borracho.
SOLO UNA VEZ FUI, Y NUNCA MAS. AL PRECIO TOTALMENTE DESORBITADO, SE SUMÓ UN SERVICIO HECHO POR ALUMNOS DE LA CASA, DIRIGIDOS CON MALAS MANERAS POR EL SUMILLER. MENÚ DEGUSTACION MUY FLOJO, REPETITIVO I ACOMPAÑADO DE LARGAS ESPERAS (LA CENA DURÓ 3,5 HORAS, SOLO HASTA LOS CAFÉS) NOS DOLIA EL CULO DE ESTAR SENTADOS. EL SERVICIO DE PAN ERA PARA REIRSE, "PAN DE PAYÉS DEL SEÑOR MORA DE ARGENTONA", POR FAVOR, SOLO FALTAVA QUE NOS TRAJERAN EL TOMATE PARA UNTARLO. LO DICHO, SALES CON LA SENSACION DE HABER SUBIDO A UN ESCENARIO DEL CIRCO, SE HAN REIDO DE TI, Y ENCIMA TE HAN ROBADO LA CARTERA.
Nunca más. Pagué 500€ (2 personas) por un menú degustación (invierno) que no era nada del otro mundo, tan elaborado que se perdía el sabor original de las materias primas. Lo mejor, los postres. La carta de vinos, muy extensa y el servicio perfecto, pero a un precio inasumible. No había vino por debajo de 50€.
No tengo nada bueno que decir, solo espero que lean la critica y sean capaces de mejorar pues le dare una segunda oportunidad.
El menu se componia en su mayoria de pescado, comenzaron con unos entrantes extraordinarios, comenzaron a equivocarse cuando nos dan pescadilla de pincho por supuesta merluza de pincho de la zona de la cola y ni el mas tonto se lo creia, al menos que digan la verdad del género que en realidad usan. Pero lo peor de todo fueron los postres opera de chocolate! Les recomiendo que hagan una visita a oriol balaguer que le tienen cerca!! Solo los buñuelos de chocolate eran impresionantes! Y lo pero de lo peor los petit fours! Uno de ellos daba la sensación de ser yogur agrio, pasado con un par de meses mas alla de su fecha de caducidad y el colmo fueron los supuestos cilindros de crujientes que estaban algo mas que rebenidos. Aun asi volvere y espero opinar lo contrario.
Un lugar para aprender, para amar, para sentir.En la cuarta vez que accedo a este santuario el plato estelar era una trufa envuelta en terracota: arte y gastronomía a la enesima potencia. Recuerdo de otras visitas un Foie a la sal indescriptible, alucinante.
El servicio de vino irreprochable, excelente somellier que enseña con elegancia y prudencia, buena cristaleria, buena bdega.
Servicio muy correcto, servido en su momento, desde las tapas, pasando por el menu de temporada y acabando en los petit fours, delicioso, algun pequeño bache pero perfecto, el sumiller entendido donde los haya, agradable y sin miedo a perder el tiempo en las explicaciones que le pedimos, la bodega a parte de preciosa espectacular.
Tipico restaurante orientado al estoque. Servicio impecable aunque distante y en ocasiones un poco "saborios". Tomamos menú de temporada a 118 euros más impuestos de lo que resaltaría exclusivamente un postre de fresas silvestres con mousse de rosas y acacias que estaba truly bien.
Carta de vinos completa aunque con precios adaptados al entorno (y al bolsillo de nuestros vecinos franceses). Por razones de viaje sólo tomamos media botella de Miserere (29 euros).
Puesta en escena trendy y que evidentemente va en el precio. No volveré de momento....
Se repiten las hierbas emblema de la casa hasta la saciedad(menta,hinojo,etc). Vale que son hierbas de la montaña proxima de Montseny.....pero en todos los platos cansa. La guia Michelin tendria que revisar sus tres estrellas. Un cambio de look en el local no mejora la cocina.