Restaurante El Racó de Can Fabes en Sant Celoni
Restaurante El Racó de Can Fabes
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:

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Precio desde:
140,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo noche, lunes, del 1 al 14 de febrero y del 26 de junio al 11 de julio
Nota de cata PRECIO MEDIO:
211 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.8
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
7.5
RCP CALIDAD-PRECIO
7.1
Opiniones de El Racó de Can Fabes
OPINIONES
48

Mi visita al local de Santamaría fue en los días anteriores a navidad, la comida consistió como no en un menú degustación consensuado anteriormente con la propiedad, nunca pero nunca había comido tanta variedad de entrantes, platitos degustación, caviar de diferentes gustos y también presentados, servidos por personas con unos uniformes elegantes y modernos, gente simpática paciente y agradable que no te queda mas remedio que reconocer que estas en un sitio diferente y los postres impresionantes al día siguiente sábado no comí del empacho por querer probarlo todo, el vino un Contino Viña del Olivo magnifico fuimos un grupo con división de opiniones, pero esta es la mía.

Tenía muchas ganas de ir a Can Fabes. Era el último de los grandes catalanes que faltaba en mi "currículum". Reservé y después, buscando por internet, me topé con esta página. Me quedé alucinado con tanta crítica negativa. Me parecía imposible en un tres estrellas. Sin embargo, ahora lo entiendo todo. Qué decepción! Qué tristeza! Me limito al tema culinario (el servicio, sin pasarse, está bien; el entorno muy bonito): cuando vas a uno de los mejores restaurantes del mundo (el nº 22, según la lista de Restaurant Magazine), te esperas algo memorable. Y no lo fue. Escogimos el menú desgustación de verano (135 €, IVA y servicio de pan no incluidos). Nada especial, nada fuera de lo común. Excelente materia prima (faltaría más!) pero todo plano, insulso, carente de ese algo especial que se le supone a un restaurante de su categoría. Salsas y cremas idénticas, postres vulgares (excepto el granizado de melón)y encima te atiborran de pan. Por lo menos nos recomendaron un muy buen vino. Lo dicho, muy a mi pesar, una auténtica decepción. Pronostico que perderán alguna de las tres estrellas Michelin.

Reconozco que iba por segunda vez a Can Fabes,con el cuchillo afilado,las criticas de esta seccion lo confirmaban en general.La 1ª vez decepcion.Recuerdo un babà de postre,impresentable(no se podia comparar todavia con Ducasse).Año 2000.Bueno, pues señores ,tengo que rectificar.Efectivamente todos los criticos de las guias no pueden estar tontos.Producto y tècnica.Precio elevado como todo lo bueno en esta vida.Menù de temporada:En los apetitivos un barquillo de pulpo que a mì si que me aporta.Celeri relleno de buey de mar con tè de crustaceos(estupendo).Matò de cabra con tomate,aceitunas y aceite de remolacha(aceptable).Langosta roja a las hierbas,calabcines y almendras tiernas (Sensacional).Crema fria y huevos de bacalao ahumado(original).Berenjenas a la brasa con pescado de mercado-besugo-(perfecto de punto).Butifarra de cerdo nodris a la salsa de ceps(extraordinario).Ris de veau con pure de remolacha y cabeza de ternera(magistral).Quesos Fabes(dignisimos).Granizado de melon y fresones y parfait de pasion y chocolate (perfectos)Servicio digno aunque con mucho stagiaire que " les se nota".Eso si a esos preciosno se puede beber vino.Tomamos Guitian F.B. y Numanthia.Quien dijo que aqui no se cena bien?7 personas 1400 euros.

Lamentablemente, para mi era uno, si no el mejor, restaurante de Catalunya, junta con nuestra Carmen, ya estaba un poco mosqueado con la cocina y calidad del Evo en el Hotel Hesperia, un desastre, en mi ultima visita al Racó y creo que ya no volvere nunca más, una verdadera decepcion, el precio del menu 185 Euros más vinos, sin comentarios.
Realmente una lastima, Santi está prefiriendo el marketing y la pela a la calidad, hubiese sido más sencillo mantener su linea.
Hay que aprender de para mi el numero Uno, Jose Mari Arzak, siempre en su linea y nada de marketing, solo en su casa que es lo bueno.
Volviendo al restaurente de Santi, una verdadera calamidad, el servicio decente, salvo que como los camareros la mayoria son extranjeros, tienes que tener un traductor para las palabras tecnicas de cocina a tu lado pues no entienden nada. La cocina una decepcion, salvo algun plato, lo demás nada sorprendente ni nuevo, el somelier bien, pero en fin una verdadera pena, no vuelvo hasta que alguien me diga que ha cambiado y han vuelto a sus origines. Santi, te recuerdo que es muy dificil subir y muy facil caer al pozo.

Tanto comentario en contra me llevó a Can Fabes. Me parecía imposible lo que leía y la unanimidad de los comentaristas. Por desgracia para mi bolsillo, todo era tan cierto como lo contaban; aún más, ya de entrada al hacer la reserva me dijeron que me aparcarían el coche sin yo pedirlo; luego al llegar, el aparcacoches se escaqueó y me hizo aparcar en una plaza en que cabía con calzador. Todo tardaba, las cartas, la bebida, el maitre, el sommelier. Lentitud exasperante. Luego, los aperitivos indignos, sosos, cansinos, sin originalidad. Los platos indefinidos entre primeros y segundos. Te llevan de cabeza al menú degustación. Vulgaridad, rusticidad, todo con la excusa de respetar el producto. Imagino que el arte culinario se inventó justo para mejorar el producto; si no fuera así, aún comeríamos crudo. Da la sensación que a Santamaría se le da mejor criticar a los demás que ponerse a cocinar, o acaso ha perdido el toque para siempre...
Caro, un timo. Yo pensaba en el Sala de Olost, que le da 20 vueltas en cocina catalana sin tanta pamplian. El hecho de que Can fabes ostente tres estrellas, casi hace dudar de la honestidad de la guía roja. No volveremos nunca, con una vez ya hemos tenido bastante

Gran decepción. Mi gran afición es acudir a restaurantes de renombre. Tengo más de 70 estrellas en mis galones y muchos aspirantes a entrar en la guía Michelin me han dejado mejor sabor de boca (y la cartera menos castigada) GRAN MENU SANTI SANTAMARIA: Aperitivos sin personalidad, insípidos y monótonos, redundancia de sabores e ingredientes, vaso de agua agrietado, lavabo "unisex", sin toallas ni papel higiénico, hasta 8 faltas de ortografia en el menú impreso, uno de los dos postres aún lo espero, precio de los vinos desorbitado, la comida sin sorpresas, sin emoción, los platos frios congelados, los calientes tibios... DESASTRE TOTAL. Todo por tan solo 450 Euros/pareja. De 3 estrellas le sobran 4. Nunca más.

Restaurante bien,comida excelente,atencion buena pero 1 observacion dingun cava i vino valenciano me parece que para ser 3 estrellas deveria tener algun vino o cava de valencia (dominio de la vega, maduresa etc).Santi es un crak espero que cosidere este comentario.

Cria fama y echate a dormir...
En mi opinión un correcto restaurante, a un precio de 3 estrellas que no se merece.
El entorno, (la parte nueva) es de un frio ambiente minimalista, que contrasta con la parte antigua, más acogedora.
Una cocina correcta, pero no del nivel esperado. Eso sí, parafernalia de marketing, como llamadas para reconfirmar la reserva, venta de libros del "maestro" y un servicio un poco "afectado" no faltan.

Decepcionante. Santi Santamaria es, hoy por hoy, una maquina de hacer dinero, pero de cocinero, comprometido y apasionado, le queda muy poco.
El lugar, nada impresionante. Aún asi, una vez dentro, cabe destacar la calidez del local, especialmente de la zona "vieja". La cocina, extremadamente mediocre. Sin más para un 3*. Plato de langosta: tal cual, trozo de langosta simplemente cocinada sin ninguna virtuosidad sobre una especie de rulos de pasta. Cordero: del que se debe destacar su textura fibrosa, además de que estaba totalmente seco (donde está la técnica). Eso si, a la presentación del plato le precedió un desfile de la pieza, recien salida del horno, que muestran, tal trofeo.. Fatal. Sepitas: batiburrillo de... producto dudoso. De hecho, el plato se quedó entero. Lo único destacable fueron los postres, más que ellos mismos, la degustación previa.
Hablando del servicio, lento, poco eficiente. Tras observar el plato de sepitas al que ya me he referido, no tuvieron la delicadeza de preguntar absolutamente nada, y evidentemente, lo cobraron (3* Michelin...).
Ah!!! Por último lo más cojonudo. Al acabar la cocina con su actividad, unos quince cocineros limpiaron durante al menos una hora la campana extractora de la cocina. Eso si, únicamente la que se veía a traves del ventanal que asoma al comedor.
En definitiva, menos milongas y más albóndigas. En mi opinión, 3* INMERECIDÍSIMAS. Quiza una...

Comida rozando la perfección, así como el servicio de la misma.
No así el vino, que goza de una magnifica carta, Vinos bien ordenados, aunque el formato es demasiado aparatoso y la carta enciclopédica.aunque esto no es todo una desventaja, porque se pueden detectar algunos errores en los precios, con vinos excelentes por debajo de su precio, y otros triplicados. Se trata de buscar un poco.
El servicio del vino es peor que la selección de los mismos. Dejan tu vino demasiado lejos de tu mesa, y luego te abandonan a tu suerte, tuvimos que comer algunos platos sin vino, y eso es imperdonable.
Reclamamos la cubitera en nuestra mesa y nos la trajeron no sin ciertas reticencias.
Fuimos abandonados de nuevo, y nos quedamos sin vino de postre, por estar desatendidos.
Servicio irregular, y precio desorbitado. más de 800 euros por tres personas, merecen un mejor servicio.

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