Una buena noche

Como lo prometido es deuda, allá vamos:
Este viernes, y después de leer los comentarios de Verema ( y ponernos los dientes largos y sentir mucha curiosidad por las opiniones tan diferentes), nos decidimos por fin a ir al restaurante Komori. Reconozco que no somos mucho de comida japonesa, pero mi marido ya había ido, y todo lo leído hacía necesaria una visita.
Al llegar, el local me gustó mucho: La decoración es una mezcla entre simplicidad japonesa y sencilla modernidad, con algún toque reto ( el suelo). La atención: rápida y eficaz. Por poner un pero, algo demasiado cerca de la mesa que teníamos al lado ( aprovecho para reivindicar que cuando cenan dos personas y si el espacio lo permite, me gusta más cenar uno al lado del otro que enfrente, porque la conversación pierde intimidad. Aunque reconozco que es una apreciación personal).La presencia de la barra dominando el espacio, un acierto.
Comenzamos con una cerveza española y un Martini mientras miramos la carta. Más o menos sabíamos lo que nos apetecía por lo que habíamos leído y recomendaciones de amigos, pero aún así íbamos dispuestos a dejarnos aconsejar. Carta amplia, con platos japoneses y otros que no lo eran tanto ( pero atractivos también, lo que pasa es que no se puede llegar a todo). Oferta muy atractiva. La carta de vinos también con muchas posibilidades ( se agradece en nuestro caso la posibilidad de elegir Champagne de pequeños productores a precio aceptable). La atención por parte de Paula ( ¿jefa de sala?) y Sergio fue en todo momento muy profesional y a la vez cercana, y eso que el local estaba prácticamente lleno.
Al final, y de acuerdo con Sara, pedimos ( previo aperitivo de la casa consistente en un hatillo de hoja Brick de atún con salsa guaki???) pez limón en finas lonchas con salsa Ponzu ( muy acertado), tartar de toro con cebolleta y huevo de corral con Wasabi ( el mejor tartar de atún que he probado en mi vida), trilogía de Nigiri: Huevo frito de codorniz con paté de trufa blanca, pez mantequilla y hamburguesa de Wagyu con tomate y cebolla caramelizada. Después seguimos con Maki de anguila braseada con pepino y aguacate, con envoltura crujiente y jenjibre, acompañado con huevas de pez volador. Acabamos con tempura de cocochas de merluza con salsa Romescu: Reconozco que yo hubiera elegido una salsa algo más sutil. el romescu me parece algo basto. Para terminar, de postre: helado de sésamo negro sobre un lecho de galletas, muy bueno.
Para beber (dedicado a Abreunvinito): Agrapart Terroir blanc de blancs. espectacular y muy adecuado para lo que comimos ( se nos quedó un pelín corto, siempre pasa igual...). Después, un té blanco y un cortado
En resumen, una buena noche en un buen local, con la compañía ideal y con una sensación muy positiva al salir. después, paseo por los jardines del Westin, y gin tónic en el local de copas del hotel, muy agradable.Para volver
Un último apunte para peronal que como yo no se aclara con el uso delos palillos: Que pida la " ayuda", un dispositivo de plástico que facilita y hace que no necesitemos cubiertos.

  1. #1

    G-M.

    Bueno, pues veo que te agradó! Me alegro!

  2. #2

    Abreunvinito

    Por alusiones.
    Sois los campeones de champagnes en la comunidad valenciana por lo menos. Lo que conoceis y bebeis de espumosos es para escribir un libro (o dos).

  3. #3

    JaviValencia

    Yo estoy convencido que iba a disfrutar mucho!!! Me alegra que hayáis salido plenamente satisfechos de vuestra visita. Hace todo una pinta estupenda ;-)

    Un cordial saludo

  4. #4

    miguecris

    Perdón, donde pone Sara debería volver a poner Paula. Un lapsus

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar