Restaurante El Hachero en Navaleno
Restaurante El Hachero
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
25,50 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
29 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.3
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
3.5
Comida COMIDA
4.5
Precio medio entorno ENTORNO
4.0
RCP CALIDAD-PRECIO
5.0
Opiniones de El Hachero
OPINIONES
2

Camino de Soria a las jornadas de la trufa de La Academia Castellano Leonesa de Gastronomía y Alimentación a celebrar en dicha ciudad, llega la hora de comer y paramos en la localidad de Navaleno, tres locales llevábamos en “la cartera” (La Lobita, El Maño y este) unos por guías y otros por referencias de algún conocido de confianza.

El primero que divisamos tras aparcar y dar una ligera vuelta en un día lluvioso y frio, fue este local y en él comimos.

Estaba sin ningún cliente y asi estuvo hasta nuestra marcha, pero tras una pequeña charla con su responsable, que nos dio confianza en la franqueza en sus respuestas a nuestras preguntas y su ambiente agradable con su fuego encendido, nos convenció.

Acomodados los cuatro comensales en una mesa amplia con manteles y servilletas de papel, vajilla y cristalería de nivel aceptable para un local asi, con cambio de cubiertos para cada plato.

Comimos a compartir:

Boletus a la plancha (ya nos advirtieron previamente que se trataba de materia prima congelada dadas las fechas) a 12.50 euros, que estaban a un muy buen nivel.

Cuatro tapas de berenjena con setas y queso (a 4.10 euros cada una) que fue lo único que no nos agrado, pues el sabor no estaba conseguido, con un queso que nos pareció de bajo nivel y que tapaba todo el sabor del resto.

4 salchichas trufadas a la parrilla (a 2,25 euros unidad) que están buenas, con sabor especial, sin resulta grasientas y a un buen punto de hechura.

De lo que podemos considerar platos, también compartimos:

Una ración de chuletillas de cordero a la parilla (a 18.40), en número de 8, no todas de palo, que nos gustaron. Buen punto y sin resultar añosas.

Para acompañar a la carne sacaron unas patatas asadas bien presentadas y aliñadas con un muy buen aceite, que no recuerdo haber comido unas tan buenas, puestas de esta manera, en muchos años y la opinión mia fue corroborada por los compañeros. De hecho pedimos una segunda racíón.

Cerramos con una chuleta de buey a la parrilla (de 0.78 kg a 29.80 euros el kilo); caree con sabor, excelente tanto de punto como de color y resultando una auténtica mantequilla.

De postres; natillas y tarta de cuajada: estos de nivel al menos de notable.

En cuanto a los vinos no hubo carta y si recomendación a viva voz, con solo oferta de Ribera y Rioja, tomamos dos botellas de Silentium crianza del año 2009. A buena temperatura y el servicio limitado al descorche.

Dos botellas de agua y tres cafés y una infusión cerraron la comida, con una cuenta al final que ascendió a 133 euros.

Comentario:

Salimos contentos de lo comido, lo cómodos que nos habíamos encontrado y la amabilidad del responsable, con el que estuvimos charlando brevemente al final de la comida, junto al expuesto contribuyo a ello.

Entiendo que no habías mas comensales y con el fuego, junto al día que hacía en cuanto a temperatura, contribuía a ello. Pero admito que en un fin de semana en otra época tienen que ser distinto tanto en ambiente como en servicio.

Estuvimos hace ya unos tres años y no nos quedó mal recuerdo. Tipico meson de pueblo con mesas de madera, servilletas de papel y malas copas donde cantan la comida y no hay cartas. El centro del local lo ocupa una gran chimenea donde se asa la carne que es donde se centra la especialidad de la casa. Llamamos para reservar y nos dijeron que no reservan mesa pero que llegando a las 21:00 habia sitio. Pues bien a esa hora llegamos y justo quedaba una mesa por lo que nos pusimos muy contentos felicitandonos por nuestra buena suerte… ayy que equivocados estabamos ¡¡¡ ojala y hubiera estado lleno el local…
Observamos que habia 2 mesas mas sin ser atendidas y pasaban los minutos… a las 21:30 le toco el turno a nuestra mesa y se acerco la chica a tomar nota de la bebida. Como en la media hora que llevabamos nos habia dado tiempo a ver lo que alli se bebia, pedimos un Silentium que llego caliente a la mesa y teniendo en cuenta que la temperatura del local ( y especialmente nuestra mesa) era de unos 35 grados por las brasas tuvimos que pedir cubitera que enfrio el vino cuando ya estabamos acabando de cenar.
Yo estaba francamente a disgusto por el tema de la temperatura y ademas el tiempo pasaba sin quenos hicieran ni caso aunque bien es verdad queno eramos los unicos sin atender. Observamos que tenian una especie de secuencia y eramos 3 las mesas que esperabamos. Los platos del resto salian de la cocina o de las brasas con cuentagotas. Por fin a eso de las 22:00 llegó el encargado de decirnos lo que habia de comida y de tomar nota. Pedimos como entrante un mlhojas de berenjena con queso y setas. lLego bastante rapido y estaba frio. Ademas tenia un regusto extraño que me impidio comerlo. Malo malisimo. Tambien una tosta con tomate y aceite que junto con la panceta fue lo unico comestible.
De segundos pedimos un surtido de brasa compuesto por:
- Morcilla de burgos: rancia
- Salchicha trufada. Lo que viene a ser una salchicha blanca de las de toda la vida
- Panceta. Aprovechando que estabamos literalmente mano a mano con la señora que atendia la brasa le dijimos que la retostara bastante y tengo que decir que fue lo mejor de la cena. Quien me iba a decir a mi que acabaria comiendo panceta… que la odio…
- Un solomillo de ternera a la brasa. Cualquier parecido de la pieza de carne con el solomillo era pura coincidencia. La carne no estaba mala de sabor pero no era solomillo ni mucho menos. Lo acompañaron de una patata asada bañanda en aceite.

A esas alturas yo estaba ya francamente mal. Con muchisimo calor y sin comer. La señora de las brasas me decia que lo estaba pasando mal de verme tan a disgusto. Tengo que decir que fue la unica persona amable que habia por alli,
Sali de alli rapidamente mientras traian la cuenta que ascendio a 51 euros (15,5 del vino). Desde luego caro no es pero no entiendo la lista de espera de que tenian y que apuntaban en una pizarra. La gente entraba y salia esperando su mesa. Hay una pequeña barra que en un momento colgo un cartel de “barra cerrada” ( si si ….como lo estoy diciendo)porque el señor que la atendia era el mismo que tomabva la comanda. Increible que restaurantes medios en calidad, precio y servicio esten cerrando por la crisis y este tipo de sitios esten hasta la bandera… Asi nos luce el pelo….
Ojala y hubieramos llegado a las 21:05 …pero por cinco minutos pillamos la ultima mesa..

25.5

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