A pesar de que es un local muy bonito y la ubicación es estupenda, a nivel gastronómico (la esencia de un restaurante, algo que muchos parecen olvidar, desgraciadamente algunos de llos restauradores)dejan mucho que desear. El servicio de vino es correcto, copería y conservación buenos.

La localización del restaurante es muy buena. Enclavado muy cerca de la misma orilla de la playa de Pinedo, se trata de un local de estilo modernista y de cocina de mercado (de muy reciente inauguración). La cava donde conservan el vino se trata de una zona acristalada y perfectamente climatizada de unos veinte metros cuadrados, localizada en un extremo del local, donde se pueden observar los vinos con deleite. La carta de vinos, aunque no muy extensa, está relativamente bien equilibrada (en productos nacionales) y los márgenes en los precios son aceptables (aunque con algunos desequilibrios puntuales en alunos productos). El servicio del vino fue bueno (cubitera, envinado de copas nuevas para cada vino,...), aunque la cristalería puede mejorar (para muy exigentes).