Restaurante correcto pero nada mas. Buenos primeros (muy bueno el milhojas de verduras, correcto el salteado de chipirones) y segundos desiguales: Ventresca excelente (parecia mantequilla al cortarla) y magret insulso: Postres muy deficientes. Cantidades correctas e incluso en algunos platos (chipirones) excesivas. Servicio del vino inexistente: Basta decir que cuando pedimos Emeritus (el cual lo tenian en la carta) dos camareros nos indicaron que no sabian de que vino les hablabamos.

Un gran descubrimiento, esperaba un restaurante de nueva cocina,poca cantidad y elevado precio, nada de eso. Se trata de un restaurante con un elevado nivel en la cocina, los camareros muy atentos.

Como en todos los sitios caros puedes gastarte lo que quieras, pero en este lugar si te gastas mucho y no sales salisfecho es porque te has dejado la comida.

Terraza muy agradable cuando no hace aire (¡¡ojo con los mosquitos de la Albufera!!)

La comida:
El Bogavante en su punto de todo, la lasaña de vieras excelente y el crujiente de huevo e iberico espectacular (para comerselo despacio), no dejéis de probarlo.
Rollitos de ventresca y chuletas caramelizadas abundante plato con una cuidada presentación en su punto.
Postres muy acertados.

Todos los platos con su guarnición, en ocasiones indescifrable pero siempre deliciosa.

Desde que descubrí Les Mouettes no habia salido tan contento y satisfecho de un restaurante, además está mas cerca.

Volveremos.
Se convertirá en un lugar habitual.

Bufffff, decepcionante y mira que intento mirarlo con buenos ojos después de los excelentes comentarios y de las personas que los han hecho que son referencia para mi. Mi impresión es que se trata de un salón de banquetes de lujo, con el servicio de un local del barrio (un auténtico correcalles),sin conexión con el cliente y excesivamente ruidoso. Te dejan los platos y salen disparados a la cocina a por otro. Muy mala impresión. De primero una ensalada Marrasquino (nada destacable) y un revuelto de boletus (normal), después dos carrilladas de ternera (sin comentarios) y un tiramisu con chocolate (aceptable). El Vínculo 2002 para beber, dos cervezas y el pan por 90 euros. Destacable también que los platos, al igual que el local estaban todos fríos, y fueron servidos fuera de tiempo. Fuí con mucha ilusión pero se me esfumó rápidamente.

Primera visita a este restaurante (guiado por los últimos comentarios de esta sección) y he salido muy contento. Buen parking, decoración interior muy agradable, alejado del cutrerio que se sufre en tantos chiringuitos de la zona. Bonita bodega acristalada que evidencia el interés por el vino de los propietarios. Adecuada manteleria y copas. Selección de vinos equilibrada y con precios no desmadrados. Aunque la carta no cuenta con una lista de vinos dulces fuera de carta te ofrecen varios moscateles y PX. Pedimos un muy buen verdejo (Palacio de Bornos 2004, 12€) y un buen moscatel de la Marina de Enrique Mendoza 2003 (14€).
La comida, a la altura de lo prometido por el entorno, muy buenos entrantes (magníficos berberechos, salteado de chipirones, revuelto de boletus) y buenos platos principales (arroz de rape y cigalas con alcachofas, quizás falto de un puntito de sal, aunque entiendo que haya comensales que lo prefieran así, bacalao, lubina, besugo). Postres y café a la altura también. En definitiva, una experiencia muy agradable en una zona que no se caracteriza por el interés en innovar y dignificar la cultura del vino. Para repetir. Precio: unos 35 euros por persona.

Lugar con encanto y buena decoracion la ubicacion de las mesas puede mejorar la comida muy acertada la ensalada de bacalao buena y el atun en su punto el trato del vino adecuado y la relacion calidad precio tambien

Ciertamente es confortable llegar y aparcar sin problema alguno, el entorno es tan agradable que te hace sentir muy a gusto, una vez dentro la decoracion, la ambientacion y la presencia de la cava conservadora de vinos totalmente acristalada te hace disfrutar pensando en lo bien que vas a comer, y efectivamente no te equivocas, comes genial, todo te sabe bien y no es excesivamente caro, las distancias entre mesas son suficientes, el espacio no te agobia y la carta incluso los menus degustacion que te propone son absolutamente equilibarados cumpliendo tus primeras expectativas, cuando llegas a los vinos y logicamente sus cavas, nada te defrauda, se conservan bien y se sirven mejor, pero....no se, algo no me resulta comodo, sera el trato indiferente, sera que nadie se preocupa si estas o te has ido? creo que les falta un punto de relacion con el cliente, no basta que te acompañen hasta la mesa reservada, probare en otra ocasion para ver si cambio esa percepcion.

Bien, pues para que no se diga, por si había alguna duda, cuando realmente me sorprenden RECTIFICO y como rectificar es de sabios, eso es exactamente lo que pretendo con este comentario!...Rectificar!!!
Las criticas, entiendo, por lo menos las mías, son siempre justificadas y SIEMPRE constructivas! Y quien se sienta aludido, primero que mire para dentro!
Y eso es precisamente lo que ha hecho Marrasquino Mar!
Autentico revolcón en todos los aspectos en los que flojeaba!
Magnifica la nueva propuesta, basada en dar un toque elegante a la cocina tradicional Valenciana y mediterránea...Magnifico arroz meloso de alcachofas y cigalas, magnificas las entradas y ampliada y remozada una bodega, ahora si, francamente bien elegida y compensada!
Chapeau y mi mas sincera enhorabuena, para un negocio, que sabe encajar un critica como Dios manda y se pone las pilas y como no...Crece y Mejora!
Muy Recomendable!
Imprescindible reservar los fines de semana!

Es un sitio en el que me siento realmente a gusto. Esta fuera de Vallencia, pero tiene un amplio parking que evita el incordio de buscar aparcamiento. El local muy agradable, amplio, con buen espacio entre mesas (importante para alguien de mi tamaño) y confortable. El servicio es muy bueno.

Es mi primer comentario en esta comunidad, pero me atrevo a recomendaros los arroces, dejaros asesorar por Nacho y las frituras de pescado, especialmente los calamares.

Nada que ver con El actual Marrasquino del Carmen, ni mucho menos con el antiguo Marrasquino de Raquel Torrijos y Joseph!
Flojo, flojo, flojo! Mucha decoración, mucho Fashion, pero nada!
El local, efectivamente precioso, dentro y fuera, Ojo con salir a la terraza en Verano, que seria lo suyo, por que LI TE RAL MEN TE te comen lo Mosquitos.
Gran vajilla, cubiertos y copas, preciosas y amplias mesas, buena y surtida bodega, Carta sugerente, todo muy lindo y muy arregladito, peeero al final NA DA! Pésimo y lentísimo servicio, todo frío, recalentadito y pasadito y para detrás...CARISIMO!
Una Gran Decepción muy Fashion!

Gran calidad en toda la comida; muy buena presentación, y especialidad en ARROCES.- Ya era hora de encontrar buenos arroces en Valencia.- Relación calidad / precio buena, aunque se sale un poco de precio; pero en general muy bien