Un tanto escaso para su precio

Antes de escribir mi crítica, me he molestado en leer el resto de las que hay aquí.

Aclarar, por si alguien puede pensar "este no tiene ni idea de lo que es un restaurante estrellado" que he estado en El Bulli (2 veces), El Celler de Can Roca (2 veces), Diverxo (2 veces), Santceloni (2 veces), Can Jubany (media docena de veces) y también en Sant Pau, El racó de Can Fabes, Arzak, Berasategui, Andra Mari, La terraza del Casino y otros, incluso en el extranjero, en diversos paises, reconocidos por la guía roja.
También, lógicamente, docenas de restaurantes de cierto nivel, sin estrella.

Esta aclaración la hago porque ayer, es la primera vez que hicimos la típica broma en un restaurante de este tipo de : "ahora nos comemos un bocadillo al salir"(los cuatro comensales).

Elegimos el menú de 62,50 euros pensando que, ya que habíamos ido expresamente a Llafranc a comer, valdría la pena. Había otro, creo que a 41,90, más corto, con arroz. La maitre que nos atendió nos sugirió el de 62,50, tras intercambiar opiniones (donde le quedó claro que conocíamos este tipo de restaurantes) y confirmar que ese menú era "como el de Can Jubany más o menos". (lo siento, pero no).

Vaya por delante, que los platos estaban bien. Algunos destacables, otros no tanto, pero no "comimos mal". Lo que ocurre es que, cuando la ínfima cantidad se hace protagonista, cuesta disfrutar del ágape.
En cuanto al pescado, y cómo he leído aquí y en otros foros, parece que no es casualidad: nos pusieron merluza en lugar del que tenían en el menú degustación. Rica, pero no es lo que venía en el menú. Yendo a comer a las 14,30 horas, no parece lógico.

A favor del restaurante, el entorno y la comodidad (mesas separadas, buena iluminación natural,buenas copas, platos y cubiertos). También destacable la carta de vinos por variedad, presentación (con añada en cada caso) y precios MUY ajustados. De hecho, es el punto que me hace no suspenderles, ya que el sommelier nos explicó que cargaban muy poco por botella (en los más caros, unos 10 euros), lo que nos permitió disfrutar de un Pintia por 40 euros y, previamente, de un excelente Godelia blanco del Bierzo por 19 euros

En resumen, adjunto las fotos de los platos. Lástima que hice la del tartare de atún un poco lejos porque, con perspectiva, se hubiera visto que ocupaba el centro del inmenso plato.

No sé si volvería a Casamar. Pagando yo, seguramente no.

Antes, hay otros "estrellados" (o no) por probar.

  • Pintia

    Pintia

  • Canelón de puerro con gambas

    Canelón de puerro con gambas

  • Tartar de atún

    Tartar de atún

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