12 años después
En el encuentro de foreros de Verema que se desarrolló en Haro en octubre pasado fuimos invitados a una cena en la bodega Ramón Bilbao, de cuya elaboración se encargó el restaurante La Vieja Bodega, todo un clásico en la comarca de Rioja Alta. El evento, en su faceta gastronómica, me dejó un grato recuerdo, así que me planteé volver a probar su cocina en cuanto tuviese ocasión. En realidad no iba a tratarse de la primera visita, pues es un sitio que conozco medianamente bien, aunque la última data ya de hace unos 12 años, demasiado tiempo para estar aguardando a comer en un lugar donde en su momento uno disfrutó mucho.
Con la decisión tomada, reservamos para este domingo y, tras tomar un par de vinos en la “Herradura” de Haro (aquí se “potea” con Viña Gravonia como si fuese lo más normal del mundo), nos dirigimos hacia Casalarreina, que es donde se ubica el restaurante y que apenas dista 5 minutos de coche. El local es amplio y espacioso, con altos techos de madera y paredes de piedra, resultando en su conjunto muy acogedor. Ofrecen una cocina regional convenientemente actualizada, con pequeños detalles de creatividad en algunas elaboraciones. Elegimos para compartir dos personas un par de entrantes, que fueron los siguientes:
- Huevo a baja temperatura con migas a la riojana y jugo de pimientos rojos asados (9,8€): excelente plato, de sabores bien marcados, pero que armonizaban entre ellos perfectamente.
- Arroz meloso de setas y trufa (13,9€): buen sabor, si bien el punto del arroz distaba de ser el correcto.
Como segundo mi mujer pidió un Taco de bacalao braseado con vizcaína y cebolla caramelizada (18,9€), que simplemente se dejaba comer, y quien esto escribe solicitó un Rabo de vaca desmigado y lacado con foie y setas (17,8€) , un plato bien resuelto que llamaba a la gula y a untar pan.
El apartado de los postres se solventó con una Torrija con helado y crema de yogurt (5,1€) y una Tartaleta caliente de manzana con helado de canela (5,1€), que nos gustaron en ambos casos.
Su carta de vinos es interesante, con amplia representación de riojas, y los precios son bastante razonables. Cuentan también con unos cuantos vinos generosos y de postres, detalle poco habitual en estos lares. Elegimos una botella de Peña El Gato 2010 (17,9€), una fresca garnacha que nos convenció, y para la sobremesa, después de los cafés, un par de copas de Palo Cortado VORS Tradición (6,5€/copa), con los que el goce fue mayúsculo, sirviendo de broche final a una comida que nos dejará un buen recuerdo al menos para los próximos 12 años.
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en respuesta a Gastiola Ver mensaje de Gastiola En principio es un vino para tomar con algún aperitivo contundente, pero creo que mejor sin comida de por medio. Es bastante seco, pero nunca digas de ese agua no beberé. Lo vi en carta y me acordé que lo había tomado Sergio recientemente, así que me dije, vamos a probarlo y, la verdad, me ha gustado.
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Paré a comer hace 3 años volviendo de Belorado pero casualidades de la vida estaba cerrado por descanso semanal, así que me quedé con las ganas.
Viendo tu experiencia me apetece volver, sobre todo a probar ese huevito con migas y el rabo con foie...¡qué apetecible!En otro orden de cosas, siento no poder conocerte. Me quedo de verdad con las ganas...ya te contará Jon los detalles.
Un saludo -
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Los platos que mencionas son tremendamente sugerentes aunque por lo que veo alguno no estaba a la altura de lo esperado. Muy rico ese Peña el Gato del gran Juan Carlos Sancha.
Espero que no tardes tanto tiempo en volver ;-)
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en respuesta a JaviValencia Ver mensaje de JaviValencia Estube dudando entre varios vinos, incluido un Tondonia de los ochenta, pero se me iba de precio y además por la mañana ya me había dejado pasta en un par de botellas compradas en una vinoteca, así que me dije hoy toca Peña El Gato, que le tengo ganas y anda bien de precio.
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en respuesta a JoseRuiz Ver mensaje de JoseRuiz Nos dimos un paseo por la mañana por la zona de la Herradura y pasamos por delante del famoso karaoke (estaba cerrado). Me pareció todo distinto a como yo lo recordaba. ¡Cómo cambia todo con la luz del día y cuando el ánimo está, digamos, más sosegado! A ver si nos vemos pronto Jose.
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