Luces y sombras en un clásico de Elche

Comida festivo - marzo 2016

Comida en el EL GRANAINO, de lo mejorcito de Elche, según voces autorizadas. Restaurante con decoración muy de mesón andaluz, encalado en blanco, ladrillo visto, rejas de hierro, etc. Nada más entrar te encuentras con una barra de tapeo con muy buena pinta, y al fondo tienen un comedor más formal.

Nada más sentarnos nos sirven pan recién hecho cortado en trocitos con aceite de oliva y paté de aceitunas negras, que fueron reponiendo durante toda la comida a medida que se fue acabando. Buen detalle.

De entrantes pedimos pulpo seco, cortado en rodajitas con aceite de oliva. Nunca habíamos tomado el pulpo de esta manera y la verdad es que está bastante bueno.

Buñuelos de bacalao con salmorejo. Enorme ración, unos 16 buñuelos, que estaban bastante ricos, pero que nos dejaron noqueados para lo que vendría después. Esto se avisa y habríamos pedido sólo media ración.

De principales nos decantamos por pedir dos arroces, el primero un arroz meloso de pulpo, que de meloso no tenía nada, era más bien una sopa de arroz, el arroz sumergido en un caldo hecho con trocitos de la cabeza del cefalópodo y verduritas. Regular.

Por último, pedimos el arroz con costra. Servido en una cazuelita de barro, consiste en un arroz con conejo y salchicha coronado por una tortilla francesa (la costra), que se mete al horno para que cuaje bien. Distinto a los arroces habituales. Éste si que estaba bastante bueno.

Buena carta de vinos de la que pedimos un rico monastrell de El Sequé, tarifado a 19 euros, que por arte de "birli y birloque" se convirtió en 29 euros en la cuenta. Lógicamente protestamos, y nos costó convencer al camarero porque aun decía que estaba bien cobrado (hasta pedimos la carta de vinos para enseñarle el precio de la botella). Una situación embarazosa. Qué feo.

Terminamos, pagamos los 77 euros a los que ascendió finalmente la cuenta, y nos fuimos sin un detalle o una disculpa de la casa por el error. No comimos del todo mal, pero nos fuimos con mal sabor de boca. No creo que volvamos.