Mala comida y peor servicio

Nunca había recibido un trato tan desagradable. El camarero, que seguramente alternará este trabajo con el de portero de discoteca tanto por el aspecto que tiene, como por el desprecio con el que se dirige a los clientes, ya nos puso muchos problemas para aceptar un comensal más en una mesa de seis. Después estuvo toda la noche con caras largas, malas contestaciones y peor atención. Supongo que una mala noche la tiene cualquiera pero sinceramente digo que no me levanté y me fui sólo por respeto a la persona que había elegido el sitio.

La comida nada destacable, predecible, escasa y mal organizada. Pedimos un menú consistente en unos entrantes y un segundo plato por persona. Entre los segundos platos ofrecían cuatro para elegir, pero cuando fuimos a pedir ¡se les habían acabado dos! Para colmo a los que pedimos entrecot nos trajeron uno (escasísimo) para cada dos, cuando ni nos habían avisado que eran para cada dos, ni lo ponía en la carta.

En definitiva, un estilo de sitio que por desgracia fue muy abundante en época de vacas gordas, pero que en los tiempos que corren no tendrá mucho recorrido si sigue tratando así a sus clientes. Yo desee luego no volveré a ir nunca más.

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