He comido en el BUC cuatro veces. Un menú de 15€ en un martes cansino y a la carta con la familia en un par de festivos.

La carta eleva los precios pero de una manera muy razonable. Y la posibilidad de poder combinar unos entrantes de picar con un plato de la carta me parece un acierto, sobretodo en las veladas nocturnas

Destacaría detalles muy concretos e importantes, al menos para mí.

Los productos que se sirven son de primera calidad, todos. Por otra parte el nivel se ha mantenido en las tres veces que lo he visitado.

El servicio me pareció muy bueno.

Pudimos mantener una agradable conversación gracia a la magnifica insonorización con una suave música de jazz de fondo. Lo que digo tendría que ser normal, pero les aseguro que no suele serlo. Ello hace que el Buc sea un restaurant confortable. Su decoración minimalista, de alguna manera, te abstrae del bullicio diario o de la pereza cansina de las tardes dominicales.

Sin duda va a ser una de mis referencias gastronómicas mientras mantengan le nivel. El nivel de calidad y de ilusión que percibes al sentirse uno bien servido y el paladar muy bien tratado.

Es de aquellos restaurantes de los que no marcharías porqué te sientes a gusto, cómodo y muy bien atendido.

Lo peor de este restaurante es que crea adicción… lo cual está bien pero lo bueno hay que aprovecharlo