Es un lugar de esos que fue una antigua bodega y ahora se trata de un local, que dentro de sus posibilidades arquitectónicas, se encuentra remozado.
Ayer viernes noche, se encontraba al casi el 100 por %, y nos acomodamos cuatro personas en la zona que podemos llamar comedor al fondo, tras haber reservado una mesa para el menú denominado “maridaje de atún de almadraba de Barbate”.
Mesas ajustadas de tamaño, con un bajo-plato de tipo pizarra oscura y servilletas de papel con cierta consistencia.
Comenzamos con un aperitivo de gazpacho de fresa con virutas de mojama, acompañado con una sangría de sidra de Cantabria.
Tras ello, tartar de atún con una base de guacamole, maridado con un vino de la tierra, Yenda 2012 riesling.
Tataki de atún con su salsa de soja y wahabí, maridado con Louis Labastide brut.
Saquito de atún en una pasta de tipo brick acompañado el atún con mermelada de tomate y piñones, maridado con Luberri MC 2013.
Lomo y tarantelo a la plancha con un trampantojo de sandia, maridado con Sincronía Mallorca 2013.
De postre:
Yogourt con una base de bizcocho y frutas rojas presentado en un vaso, maridado con Capricho de Goya moscatel.
En cuanto al análisis de la comida, en conjunto todo paso del aprobado, pudiendo destacar el saquito del resto.
De los vinos, que los fue presentando el sumiller, que en todo momento estuvo muy amable y conciso, sin hacer alardes de su saber (lo cual yo siempre valoro) y es de destacar que escuchando a los comensales. Me gustó el Luberri, dentro que todos eran vinos de un nivel económico a entender en un menú de este tipo. Las copas del vino justitas, pero la abundancia de los mismos en cantidad, es de destacar.
Con cafés y agua se cerró la cena.
El servicio muy amable y con unas ganas de agradar muy de agradecer.
El precio del menú y bebida descrito, fue de 30 euros por comensal.
Comentario:
Local de esos antiguos remozados, con cierta incomodidad por el espacio y por la acústica, aunque los comensales no eran ruidosos.
La comida está a un buen nivel y el servicio y ganas de atender a nivel sobresaliente.
La relación calidad precio está a un buen nivel.
Quizás fuera de un fin de semana se esté más cómodo y habrá que probar su cocina fuera de unas jornadas.
Local a repetir.