Tras nuestro periplo portugués, muy pescaderil, hollamos tierras patrias y el cuerpo nos pedía canne, cannnnnne…
Hacíamos noche en Salamanca de camino al norte, así que le dije a mi familia “¿Queréis cannne? Pues en Salamanca sus vais a jartar!” “¡Nos vamos a poner como el Quico!” (¿de dónde vendrá esta expresión?).
Queríamos algo charro, de corte clásico, calidad y cerquita de la epatante Plaza Mayor. Así que, tras picotear algo en Casa Paca (nos gustó tanto que luego regresamos a rematar), seguimos el recorrido en este Casa Vallejo.
Una barra divina, recogida, castellanota, castiza, con viandas que se acumulan, camareros simpatiquísimos, profesionales y serviciales. Se respira un buen rollo quepaqué. Ambientazo, ciertas apreturas, no me importa, a mí esto me va.
Tienen también restaurante en el sótano, aunque ni lo vimos. Nosotros de pie, unos vinitos y unas tapas, que todavía aguantan mis mujeres, aprovechemos, que éstas me van a hacer sentar más rápido que deprisa.
• Farinato
• Jeta
• Chichas
Maaaadre mía que rirrrrico estaba todo y con qué ganas lo pillamos.
El farinato… ¡adoro el farinato! (embutido con pan, harina, ajo y mil cosas más) Y si ya es de libro y del nivel de éste, es pa morirse. ¿Y qué me dices de la jeta? (careta de cerdo asada) Diosssss que saborazo, como llena la boca con ese voluptuoso pringue, y churruscante por el exterior. ¿Y las chichas? (picadillo, que le dicen por tierras burgalesas, donde las consumo con habitualidad), estupendas, sabrosas, grasa contenida y subiditas de pimentón punto picantillo. Tooooma!
Ah! Que queréis sentaros ya? Vaya hombre!... Pues vamos a Casa Paca, venga.
Por cierto, tomé dos copitas de un toro macanudo, Prima 2013, que me hicieron rejuvenecer 10 años de lo bien que me sentaron.
Aunque tiene restaurante en el sotano, la barra de tapas es lo que conozco.
Es uno de los más antiguos y más solera de Salamanca y tiene bastantes variedad de tapas destacando los saquitos, huevos fritos, etc.. todo de cocina. Siempre anda en cabeza de vinos del momento: hace ya unos años probé el Matsu cuando no circulaba por ningún sitio.
Siempre lleno, cuesta llegar a la barra, un par de mesitas de apoyo. Servicio imposible de valorar porque es pedir en barra y tomarlo en el aire.
Buen precio de tapas.: 4 tapas, 2 vinos tintos (Prima y Corral de Campanas) y una clarita que tomamos entre varios pero que podría equivaler a un precio por persona: 21 €.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.