A pesar de tener mimbres todavía no está el cesto

Había pasado alguna vez por la puerta,decidimos reservar ayer para cenar.Echando un ojo a su página web me parecía que contaba con los suficientes atractivos como para ir a conocerlo.

Llamé por la mañana para reservar y solo quedaba una mesa alta con taburetes,pero me dijeron que antes de las 2 confirmarían reservas y en caso de haber alguna baja podríamos acceder a una mesa normal.Cuando se produjo esa llamada unas horas más tarde nos confirman la mesa inicial a la que accedí sin problemas.

A eso de las 10 nos presentamos y acomodamos en la mesa ya comentada donde nos entregan las cartas de la comida y la bebida.

Toda la carta tiene la posibilidad de pedir medias raciones con lo que se puede saborear una mayor cantidad de platos.

Para beber pedimos un André Clouet Reserve que tienen en carta a 38€.

Cuando ya nos habíamos decidido a pedir la comida y habiendo pasado 10 minutos desde que solicitamos la bebida nos comentan que no les queda André Clouet,con lo que pedimos un Gramona III lustros a 25€.A los 5 minutos de esto nos traen los primeros platos que consistían en vieras con pez mantequilla y vinagreta de tomate y yo pido el menú de atún que están promocionando estos días y que consiste en: ensalada con ventresca asada,carpaccio de toro con olivada,tartar de atún con guacamole y wasabi pizza co atún y pimiento ,tataki con salmorejo y fresa con espuma de nata por 35€ luego opinaré sobre dicho menú.

Bien pues como iba contando con los primeros en la mesa no nos habían ofrecido el pan y el cava tuvimos que reclamarlo tres veces más hasta que ya nos dimos cuenta que lo que estaban haciendo era intentar enfriarlo cuanto antes, porque lo tenían caliente.

Una vez pasado estos momentos de "desajuste" y de pedirnos disculpas mi acompañante se había pedido tartar de atún.Bien pues estuvo esperando otros 30 minutos hasta que lo trajeron con lo que el ritmo de la cena se partió totalmente.

La decoración es moderna,con las mesas bastante juntas,cristalería,vajilla y cubertería moderna.Lugar lleno hasta los topes y creo que en pleno período de rodaje (lleva abierto 4 meses) con personal voluntarioso aunque al menos ayer desbordado.Tuvimos ocasión de saludar a César y comentarle nuestras impresiones.

La carta creo que está conseguida a unos buenos precios,con una buena ejecución y materias primas.El menú del atún está bien aunque sería mejor subirlo 10€ por ejemplo y que el carpaccio de toro fuera eso toro y no tres trocitos de lomo,y poner una mayor cantidad de tataki.

Para finalizar tomamos un buñuelo cremoso de chocolate con sorbete de frambuesa y dos copas de Pedro Ximenez, a las que fuimos invitados.

Creo que es un lugar con posibilidades,que cuando ajuste esos pequeños pero molestos fallos de coordinación,puede ser un referente en la gastronomía madrileña.

Tiene una gran cantidad de vinos por copas con unos precios ajustados y una carta muy aceptable en espumosos y champanes.

Volveremos a darle otra oportunidad

El precio total fue de 105€ los dos.

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